El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, amenazó con imponer un arancel de 10% sobre US$200.000 millones de bienes chinos y Beijing advirtió que tomará represalias, en una rápida escalada del conflicto comercial entre las dos economías más grandes del mundo.
La más reciente medida de Trump, mientras Washington libra batallas comerciales en varios frentes, fue inesperadamente rápida y aguda.
Según el mandatario, fue en represalia a la decisión de China de subir los aranceles sobre US$50.000 millones en bienes estadounidenses, anunciada después de que el republicano dio a conocer tarifas similares sobre bienes chinos el viernes pasado.
"Después de que se complete el proceso legal, estos aranceles entrarán en vigencia si China se niega a cambiar sus prácticas, y también si insiste en seguir adelante con las nuevas tarifas que ha anunciado recientemente", dijo Trump en un comunicado.
Los comentarios hicieron que los mercados bursátiles globales cayeran y debilitaron al yuan chino hoy, mientras que las acciones de Shanghái se desplomaron a mínimos de dos años.
El Ministerio de Comercio de China dijo que Beijing responderá de manera firme con medidas "cualitativas" y "cuantitativas" si el gobierno de EEUU publica la lista adicional de aranceles sobre bienes chinos, y acusó a Washington de iniciar una guerra comercial.
"Tal práctica de presión extrema y chantaje se desvía del consenso alcanzado por ambas partes en múltiples ocasiones, y es decepcionante para la comunidad internacional", dijo hoy el ministerio en un comunicado.
"Estados Unidos ha iniciado una guerra comercial y violado las normas del mercado, y no sólo está dañando los intereses de los pueblos de China y Estados Unidos, sino también los del mundo", agregó.
Grupos empresariales estadounidenses dijeron que sus miembros se preparan para medidas del gobierno chino que afectarían a todas las empresas estadounidenses en el país asiático, no sólo en sectores que enfrentan aranceles.
El representante de Comercio de Estados Unidos, Robert Lighthizer, dijo en un comunicado que su oficina está preparando los aranceles propuestos y que se someterían a un proceso legal similar a las tarifas anteriores, que deben pasar por un período de comentarios públicos, una audiencia y algunas revisiones. No dijo cuándo se revelaría la nueva lista de objetivos.
El viernes, Trump dijo que aplicaría un arancel de un 25% sobre importaciones chinas por un valor de US$50.000 millones, lo que llevó a Beijing a responder con un plan para imponer tarifas a cientos de productos estadounidenses.
"China aparentemente no tiene intención de cambiar sus prácticas injustas relacionadas a la adquisición de propiedad intelectual y tecnología estadounidense. En vez de alterar esas prácticas, ahora amenaza a empresas, trabajadores y agricultores estadounidenses que no han hecho nada malo", afirmó el presidente estadounidense.
No obstante, aseguró que tiene "una excelente relación" con el presidente chino, Xi Jinping, y que "seguirán trabajando juntos en muchos temas". Pero advirtió que "China y otros países del mundo ya no se aprovecharán comercialmente de Estados Unidos".