Li Keqiang, primer ministro de China, fue el encargado de disipar las dudas sobre el desempeño de la economía de su país para este año. Aunque anunció que en 2019 se dará continuidad al proceso de desaceleración, con una meta de aumento del PIB en un rango de entre 6% y 6,5% -tras expandirse 6,6% en 2018-, entregó detalles sobre los millonarios estímulos que pondrá el gobierno sobre la mesa para darle sostenibilidad al crecimiento.
Para desplegar las medidas necesarias para dar en el blanco del crecimiento objetivo y permitir la creación de 11 millones de nuevos puestos de trabajo urbanos, que dejen el desempleo en 4,5%, Li también informó un alivio en términos de los objetivos para el déficit fiscal. Para el presente ejercicio se estableció una meta de 6,8% como parte del PIC, frente al 6,2% del año pasado.
¿Cuál es el plan?
Mientras que se apuesta por una política monetaria prudente, la política fiscal será "proactiva" de "mayor intensidad", señaló Li en el Congreso Nacional del Pueblo. Los adjetivos que usa son pertinentes, considerando Beijing pondrá sobre la mesa estímulos de US$667.000 millones.
El impulso que proporcionará el gobierno tiene dos ejes. El primero al que se refirió el primer ministro fue el recorte de impuestos al valor agregado para empresas y personas de 3 puntos porcentuales, que tendrá un valor de 1,3 billones de yuanes (equivalentes a US$194.000 millones), mayor al de 1,1 billones del periodo anterior.
Los recortes impositivos "son una medida importante para aligerar la carga de las empresas e impulsar el dinamismo del mercado", detalló Li, agregando que esta medida es "el resultado de una decisión importante tomada a nivel de política macro, en apoyo de los esfuerzos para asegurar un crecimiento económico estable, empleo y ajustes estructurales".
El otro eje de los estímulos está en el aumento del gasto en infraestructura, con metas de inversión de 800.000 millones de yuanes (US$119.000 millones) para proyectos ferroviarios, 8 billones de yuanes (US$268.000 millones) para autopistas y vías navegables y alrededor de 578.000 millones (US$86.000 millones) para mejoras de telecomunicaciones, según lo consignado por South China Morning Post.
¿Qué implicancias tiene? Las definiciones de China para 2019, largamente esperadas por los mercados internaciones siempre temerosos de una ralentización mayor del gigante asiático, son razonables para Tuuli McCully, economista para Asia-Pacífico de Scotiabank.
"Veo que el crecimiento del PIB real se desacelerará a 6% para el cuarto trimestre de 2019, con una expansión económica que promedia el 6,2% este año en general. Además, espero que los estímulos monetarios y fiscales eviten que el crecimiento se desacelere por debajo del 6% anual", indicó la economista desde Singapur.
En conocimiento de la cifras entregadas hoy por Beijing, otro que se mostró optimista fue el economista jefe de la LarrainVial, Leonardo Suárez. "Si el dragón estaba dormido, despertaría nuevamente", indicó al cierre de su presentación en XVI Seminario Mercados Globales "Desafiando al consenso" de la corredora.
En ese marco, también comentó sus positivas perspectivas para el cobre, el cual espera ver en US$3,8 antes de fin de año con o sin acuerdo por guerra comercial.