China se hizo cargo de las amenazas de la administración de Donald Trump, que estudia aranceles adicionales de 25% a US$200.000 millones de sus importaciones, y reveló detalles de la respuesta que tiene preparada. Si la Casa Blanca pone en marcha las nuevas barreras, Beijing gravará con impuestos a 5.207 bienes estadounidenses, avaluados en US$60.000 millones.

"China se vio obligada a tomar las contramedidas", sostuvo la Comisión del Arancel de Aduanas del Consejo de Estado de China en un comunicado, donde detallaron que las barreras, que variarán entre 5%, 10%, 20% y 25%, se implementarán una vez que Washington haga efectivas sus amenazas.

El organismo afirmó que EEUU "una vez más intensificó unilateralmente las fricciones comerciales", lo que viola "gravemente" las normas estipuladas en la Organización de comercio, así como "los consensos alcanzados por múltiples negociaciones bilaterales", perjudicando a la cadena industrial mundial. Estas declaraciones fueron secundadas por el Ministerio de Comercio de la potencia asiática, donde subrayaron que pese a la agresión de la Casa Blanca "las contramedidas arancelarias de China son racionales y contenidas".

En el blanco de los aranceles que contempla el gobierno de Xi Jinping se cuenta el gas natural licuado, que enfrentaría un impuesto de 25%. Este fue el ítem que encendió más las alarmas, considerando que además Rusia comenzará a enviar gas a China a fines del próximo año, a través del nuevo oleoducto "Fuerza de Siberia". De esta manera, cayeron 5,6% las acciones de Telluriam y 2% las de Cheniere Energy, dos exportadoras GNL. Sin embargo, la noticia no mermó el ánimo de Wall Street, que ayer registró alzas en sus tres principales indicadores.