Australia ha respondido desafiante a la imposición por parte de China de aranceles “antidumping” al vino australiano, diciendo que la “grave evolución” de los acontecimientos parece deberse a agravios diplomáticos y no a la actuación de los productores de vino.

China impondrá aranceles temporales antidumping de entre el 107,1% y el 212,1% al vino importado de Australia a partir del 28 de noviembre, según dijo el viernes el Ministerio de Comercio chino.

Las medidas “antidumping” tienen como objeto evitar la competencia desleal cuando un exportador aplica precios inferiores a los de su propio país o inferiores a los costos.

El ministro de Comercio de Australia, Simon Birmingham, dijo que los aranceles eran injustificables y que era un momento angustioso para cientos de productores de vino porque “hará inviable para muchas empresas su comercio de vino con China”.

China recibe el 37% del total de las exportaciones de vino de Australia, una industria con un valor de 2.900 millones de dólares australianos, según el Gobierno.

La semana pasada China esbozó una lista de quejas sobre la inversión extranjera, la seguridad nacional y la política de derechos humanos de Australia, diciendo que Canberra necesitaba corregir sus acciones para restaurar la relación bilateral con su mayor socio comercial.