China se comprometió a aumentar el gasto e impulsar la investigación sobre chips de vanguardia e inteligencia artificial en sus últimos objetivos para los próximos cinco años, estableciendo un plan tecnológico para competir por la influencia global con Estados Unidos.
El primer ministro chino, Li Keqiang, destacó áreas clave en las que lograr “avances importantes en tecnologías centrales”, incluidos semiconductores de alta gama, sistemas operativos, procesadores de computadoras y computación en la nube, áreas en las que las empresas estadounidenses ahora dominan. Beijing también apuntará a que el 56% del país tenga redes 5G o de quinta generación, como también es llamada. El gasto nacional en I+D aumentará en más de un 7% anualmente, lo que “se espera que represente un porcentaje más alto del PIB” que durante los cinco años anteriores, agregó.
China se está moviendo rápidamente para reducir su dependencia de Occidente sobre componentes cruciales como chips de computadora, un problema que se volvió más urgente después de que la escasez global de semiconductores empeoró durante la pandemia. Beijing también está haciendo grandes apuestas en tecnologías emergentes, desde vehículos de hidrógeno hasta biotecnología, mientras busca asegurarse de que sus propios fabricantes de chips puedan competir con empresas como Intel y Taiwan Semiconductor Manufacturing. Esto incluye un nuevo énfasis en el software de diseño de silicio y la llamada tercera generación de chipmaking, dos áreas críticas para el impulso de Beijing de lograr la autosuficiencia tecnológica.
“La innovación permanece en el corazón de la campaña de modernización China”, dijo Li en un discurso ante el Congreso Nacional del Pueblo en Beijing el viernes. “Fortaleceremos nuestra ciencia y tecnología en pos de brindar apoyo estratégico para el desarrollo de China”.
El discurso de Li puntuó los objetivos enumerados en el decimocuarto plan quinquenal de China, también publicado el viernes, que prioriza los avances en esferas más jóvenes como la computación cuántica, las redes neuronales y los bancos de ADN. El documento consagra una estrategia de varios niveles a la vez pragmática y ambiciosa en alcance, que abarca las aspiraciones de reemplazar a los proveedores estadounidenses fundamentales y repeler a Washington, mientras moldea campeones locales en campos emergentes.
Los fabricantes de chips, incluidos Shenzhen Goodix Technology y China Resources Microelectronics, aumentaron más del 3% en las bolsas de China continental durante la tarde. Pero la empresa Semiconductor Manufacturing International, que cotiza en Hong Kong, el mayor fabricante de chips de China, cayó junto con una venta masiva de acciones tecnológicas a nivel mundial.
Lo que está en juego es nada menos que el futuro de la segunda economía más grande del mundo. Beijing se está moviendo rápidamente mientras la administración Biden intensifica una batalla contra lo que llamó “tecno-autocracias”. Eso podría extender o incluso expandir las listas negras que prohibieron transacciones clave con corporaciones desde Huawei Technologies, hasta ByteDance y Tencent Holdings.
Para un país que importa US$ 300.000 millones en chips anualmente, una escasez global que empeora lleva a casa el riesgo de depender de proveedores potencialmente hostiles para los componentes básicos de todo, desde inteligencia artificial hasta redes de próxima generación y vehículos autónomos. El informe del viernes formalizó las ambiciones de China de desarrollar su propio software para el diseño de semiconductores, reemplazando las herramientas de las firmas estadounidenses Cadence Design Systems y Synopsys.
También se comprometió a desarrollar sus propias tecnologías avanzadas de fabricación de chips y materiales clave que comprenden chips de tercera generación. El país apunta a asegurar la ventaja de ser el pionero en ese campo incipiente, que involucra compuestos como el carburo de silicio y el nitruro de galio, los chips pueden operar a alta frecuencia y en entornos de mayor potencia y temperatura, con amplias aplicaciones en chips de radiofrecuencia de quinta generación, desde radares de grado militar hasta vehículos eléctricos.
Si bien los detalles de ese esfuerzo no surgirán durante meses, los documentos del viernes proporcionaron pistas importantes sobre la hoja de ruta que tienen en vista. Eso incluye la construcción de más laboratorios nacionales y centros de innovación, así como intensificar los esfuerzos para implementar un programa poco conocido llamado Sci-Tech Innovation 2030 Agenda. Beijing también reveló planes para tratar de atraer más talentos del extranjero a través de un “sistema de inmigración tecnológica”, probablemente dirigido a empresas que hagan semiconductores desde Silicon Valley a Taiwán.
El intercambio abierto de datos será clave, según el informe. Beijing está estableciendo una plataforma para compartir datos públicos y gubernamentales, al mismo tiempo que elabora políticas para garantizar la seguridad de esa información. En una medida relacionada, el plan quinquenal pidió a los gigantes tecnológicos como Alibaba Group Holding y Tencent Holdings que compartan datos clave, lo que supone un nuevo golpe para las empresas que ya se tambalean por un mayor escrutinio antimonopolio.
“La investigación básica es la fuente de la innovación científica y tecnológica”, dijo Li. “Por lo tanto, aseguraremos el funcionamiento estable del mecanismo de financiación para la investigación básica y aumentaremos el gasto en esta área con una suma considerable”.
Traducido por Alfonso Zagal.