Con 1,3 millones de habitantes, los consumidores chinos se configuran como una fuerza descomunal si se desata todo su potencial. Así lo entienden las autoridades del gigante asiático, para quienes el consumo interno se configura como un factor clave en la transformación económica por la que apuestan a largo plazo, pero también resulta crucial para un año como este, cuando se anticipa una desaceleración mayor a la registrada en los últimos años.
Ning Jizhe, vicepresidente de la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma (la principal agencia de planificación económica de China), dijo en entrevista con la televisión estatal CCTV que se implementarán políticas para respaldar el consumo de sectores claves, como el automóviles y el de electrodomésticos.
Aunque no ofreció detalles, analistas presumen que se podría tratar de una rebaja de impuestos, también adelantó que tienen contemplado aliviar la carga de los hogares, con la implementación de nuevas políticas de arriendo y servicios básicos, así como ayudas estatales para el cuidado de niños y ancianos.
Ning presentó estas medidas tras la decisión de la Conferencia Central de Trabajo Económico, que en diciembre estableció que se debía expandir el gasto de los consumidores, comprendiéndolo como un motor de "crecimiento de alta calidad", ayudando al mismo tiempo a enfrentar los vientos en contra de la guerra comercial.
Finalmente, Ning informó que se desplegarán incentivos para la compra de automóviles en las zonas rurales, donde el consumo creció 9,8% en los primeros tres trimestres de 2018.
Débil panorama actual
Las acciones del gobierno de Xi Jinping llega en buena hora, considerando que los últimos datos de las ventas al por menor de China, correspondientes a noviembre, mostraron un incremento de 8,1%, el alza más débil de los últimos 15 años. Lo anterior, pese a que durante ese mes se festejó el "Día de los solteros", jornada de ofertas por internet que consiguió un nivel de ventas récord.
Por otra parte, de acuerdo a la Asociación de Automóviles de Pasajeros de China, citada por South China Morning Post, las ventas de automóviles sufrieron un descenso de 6% en 2018, la primera caída anual en más de 20 años. Cabe destacar que dicho sector representa casi el 30% de las ventas de bienes de China.
Por eso, las noticias del gobierno fueron bien recibidas entre las empresas. En las últimas dos jornadas las automotrices que cotizan en Hong Kong han subido más de 7%, entre ellas Geely, Guangzhou, BAIC y Great Wall Motor, que fue la que más se vio beneficiada con un alza de 14,15%.
Las reacciones se repitieron en la Gran China. Suning, el mayor retailer del país, avanzó 4%, mientras que Shanghai el grupo de consumo electrónico Qingdao Haier trepó 5,28%.