China abrió las puertas a las importaciones de arroz de Estados Unidos por primera vez, una decisión que según analistas es una señal de una mejoría de las relaciones entre las dos economías más grandes del mundo tras un año marcado por la aplicación de aranceles recíprocos.
De acuerdo a una declaración publicada el viernes en el sitio web de la autoridad aduanera china, la medida tiene lugar poco antes de nuevas negociaciones en enero, después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su homólogo chino, Xi Jinping, acordaron aplicar una moratoria a los aranceles más altos que afectarían el comercio por cientos de miles de millones de dólares.
No estaba claro de inmediato cuánto arroz querría comprar China a Estados Unidos. La decisión, que fue adoptada luego de años de conversaciones sobre el asunto, tiene lugar tras promesas del Ministerio de Comercio chino de más aperturas comerciales con Estados Unidos.
Las importaciones actuales de arroz de China provienen desde dentro de Asia.
"El permiso para el arroz estadounidense sugiere una mejoría de la relación entre China y Estados Unidos", dijo Cherry Zhang, analista sobre agricultura de la consultoría JCI, que agregó que prevé que cualquier importación sea ordenada por empresas estatales.
Funcionarios de un centro de estudios de Pekín afiliado al Gobierno dijeron que el precio del arroz estadounidense no es competitivo, comparado con importaciones del sur de Asia, y que la medida para permitir formalmente esas importaciones debería ser interpretada como un gesto de buena fe.
China abrió su mercado del arroz cuando se unió a la Organización Mundial de Comercio en 2001, pero la falta de un protocolo fitosanitario entre China y Estados Unidos prohíbe las importaciones en la práctica, según el grupo de comercio USA Rice.
Sin embargo, en julio China impuso formalmente aranceles adicionales de un 25 por ciento sobre el arroz estadounidense, pese a que las importaciones no estaban permitidas en ese momento.