Desde que Christel Bories asumió como presidenta y CEO de Eramet en 2017, la estrategia de la filial de la minera francesa Eramine se enfocó hacia una basada en la explotación de minerales claves para la transición energética. Eso sí, la apuesta venía avanzando desde antes. A inicios de la década pasada comenzaron a explorar yacimientos en el denominado ‘triángulo del litio’, zona que abarca los principales salares del mundo, en la triple frontera entre Bolivia, Argentina y Chile. Y pese a que las primeras miradas se centraron en el país altiplánico, rápidamente giraron hacia sus vecinos.
Esta semana, esas apuestas iniciales vieron cristalizados sus esfuerzos, graficados en la inauguración, en Argentina, de la primera planta 100% basada en tecnologías de extracción directa del mundo (DLE, por sus siglas en inglés). Una, cuya inversión asciende a más US$800 millones, y donde su comisionado -primera fase de la puesta en marcha- comenzó este miércoles. Esta entregaría su primera producción en noviembre, para luego subir hasta alcanzar tasas de 24 mil toneladas de carbonato de litio equivalente (LCE, por sus siglas en inglés).
Este tipo de avance permite obtener el litio contenido en las salmueras de manera mucho más veloz que el método de la evaporación. El actualmente en uso en el salar de Atacama, en Chile, tarda entre 12 a 18 meses y recupera cerca del 50% del mineral. La tecnología de Eramet, lo hace en pocos días y con recuperaciones del 90%. Por eso también la firma gala marcó un hito en la disputa geopolítica por ubicarse en posiciones de liderazgo de la minería mundial de litio: Eramet será la primera firma de origen europeo en extraer y producir un producto final con grado batería, una pureza superior al 99,5%.
Pulso fue testigo presencial de cómo la operación de Eramet en Argentina, emplazada en Centenario Ratones, salar ubicado a 4.000 mil metros de altura en la provincia norteña de Salta, avanza en medio de un clima extremo, con temperaturas mínimas que llegan a casi -20°C por las noches, y rondan los 20°C en el día; además, con condiciones logísticas mínimas. Los más de 300 km que separan al depósito de la capital provincial, toman entre 6 a 8 horas de trayecto terrestre, y entre 30 a 40 minutos en avionetas privadas que pueden realizar sólo tres viajes al día.
En Chile, Eramet llevaba varios años mirando opciones, hasta que en noviembre de 2023 acordó la adquisición de 120 hectáreas en la zona conocida como Siete Salares, tras pagar US$95 millones a la familia Vecchiola y a la internacional Talison. Allí, Enami busca desarrollar su propio proyecto, Salares Altoandinos, y tiene en marcha el proceso para que terceros manifiesten interés para asociarse con ellos, tanto financistas u operadores. En ese contexto, Eramet aparece como su socia natural, pero esta semana su CEO transmitió una visión crítica de cómo el país se ha vuelto menos atractivo para el desarrollo de proyectos de litio frente a Argentina. “En el Salar de Atacama no hay ni un proyecto nuevo, porque hoy en día está bastante difícil en Chile. Es un país muy interesante para lo que es litio y estamos trabajando (allí), pero hoy por hoy no hay muchos proyectos, y Argentina ha podido atraer la mayor parte de los proyectos, al menos por ahora”, dijo Bories tras inaugurar la planta en Centenario Ratones.
De todos modos, en esta, su primera entrevista con un medio chileno, la ejecutiva matiza esa visión asegurando que “esperamos poder desarrollar el mismo tipo de proyectos (que en Argentina) en Chile” y que, de hecho, aparte de sus tratativas con Enami, “también estamos discutiendo con Codelco sobre (los salares de) Maricunga y Pedernales”.
¿Qué significa para Eramet inaugurar esta planta en Centenario Ratones?
-Para nosotros es un momento muy importante, porque hace seis años cambié la estrategia de Eramet y decidí poner como pilar clave de la estrategia el crecimiento sostenible en metales para la transición energética. Eramet tiene la suerte de contar en su cartera con maravillosas minas de níquel y maravillosos yacimientos de litio. Y teníamos este maravilloso yacimiento aquí en Centenario que descubrimos en 2010 y que compramos en 2012, por lo que tenemos los derechos indefinidamente. Desarrollamos nuestra propia tecnología DLE, y desarrollamos un granulado específico para extraer el litio de la salmuera. Tenemos 12 patentes, porque es muy selectivo, y extrae prácticamente sólo y prácticamente todo el litio. Tenemos un rendimiento final que está por encima del 90%, que es mucho más alto que otras DLE. No necesitamos calentar la salmuera para tener un mejor rendimiento. Podemos hacerlo a temperatura atmosférica, por lo que utilizamos menos energía. Así que es menos costoso, pero también más respetuoso con el medioambiente. Tiene muchas ventajas. Estamos iniciando la producción industrial real de esta nueva tecnología, que también nos convertirá en la primera empresa europea en producir litio a escala industrial. Hoy en día no hay ninguna otra empresa europea que produzca litio a escala industrial.
Este año, las estimaciones de producción para Centenario van de cinco a siete mil toneladas de litio...
-No, serán menos. Debido al mal tiempo que tuvimos aquí durante la primera parte del año, el inicio real de la producción se ha retrasado. Así que la producción de este año será muy, muy limitada, porque vamos a empezar la producción probablemente a principios de noviembre. El comienzo del ramp up será muy limitado. Pero todavía esperamos estar a plena capacidad a mediados de 2025.
¿Tienen algún objetivo en la producción de litio a largo plazo?
-Con esta primera planta, a plena capacidad, estaremos en 24.000 toneladas de litio. Ya hemos decidido el principio de una segunda planta en el mismo yacimiento de 30.000 toneladas. Así que en total serán 55.000. Pero la segunda planta aún está sujeta a la obtención de permisos. Y también, al nuevo paquete RIGI, que es un paquete de economía fiscal para grandes proyectos de Argentina. Han promovido una nueva ley que incentiva los grandes proyectos mineros. Con exención del IVA, impuestos más bajos, sin impuestos de importación, sin impuestos de exportación, etcétera, y libre cambio de divisas. Así que este nuevo paquete debería aplicarse en los próximos meses, y estamos esperando a que se aplique para iniciar realmente el proyecto. Pero esperamos comenzar la construcción de esta segunda planta a principios del próximo año. Entonces, tendremos espacio en este depósito para una tercera planta. Pero decidiremos eso cuando haya demanda. Y así, si tenemos tres plantas, deberíamos tener juntas unas 85.000 toneladas de litio en este yacimiento.
En el balance, ¿diría que aquí en Argentina han tenido menos obstáculos para desarrollar proyectos que en Chile?
-En primer lugar, tenemos este depósito aquí y es un depósito enorme. Tenemos 15 millones de toneladas de recursos. Y conseguimos comprar los derechos de por vida. Así que tuvimos la oportunidad de desarrollarlo, obtuvimos el permiso, tuvimos muy buenas relaciones con la provincia, logramos construir muy buenas relaciones con las comunidades, obtuvimos su consentimiento previo e informado. Por supuesto, Argentina no es ideal, y el detonante fue cuando publicaron este decreto para liberar algunas divisas para los proyectos en litio, en minería, (lo que) nos permitió hacer esta inversión. Esperamos poder desarrollar el mismo tipo de proyectos en Chile. Conocemos Chile, tenemos una sucursal allá, tenemos gente trabajando, habiendo hecho exploración en el pasado, y conocemos bastante bien los salares chilenos. Hemos comprado una concesión hace ocho meses, y ahora estamos trabajando con las empresas estatales, con las autoridades para poder desarrollar proyectos en Chile, y creemos que tenemos la tecnología adecuada, el enfoque adecuado de las comunidades, el mismo punto de vista que el gobierno chileno sobre la minería sostenible, por lo que creemos que podemos aportar mucho a Chile, y estamos muy ansiosos de poder desarrollar un negocio en Chile también.
Con esta tecnología DLE, ¿se sienten más cerca de poder entrar en Chile?
-Sí, pensamos que es una ventaja competitiva contar con esta tecnología DLE, porque sabemos que Chile es muy cuidadoso del recurso y del agua, especialmente porque la Región de Atacama tiene estrés hídrico. Y pensamos que nuestra tecnología y nuestro enfoque de sustentabilidad pueden ser un plus para poder trabajar con las empresas estatales chilenas y formar joint ventures exitosas para poder extraer litio juntos. Así que creemos que esta tecnología y también nuestro enfoque de RSE es una ventaja competitiva para Chile.
El Ministerio de Minería chileno cerró recientemente el proceso para manifestar interés en proyectos de litio (RFI). ¿Ustedes participaron?
-Sí, lo hicimos.
¿Respecto de qué salares manifestaron interés?
-Ya hemos comprado los Siete Salares. Así que, por supuesto, hemos mostrado interés en este, porque ya tenemos la concesión. Así que, estaremos interesados en este CEOL. También estamos discutiendo con Codelco sobre Maricunga y Pedernales. Así que tenemos varias discusiones.
¿Se plantean ustedes solos o en una empresa conjunta con alguien más?
-Hay muchos salares en Chile en los que hay que combinarse con una empresa estatal, ya sea Enami o Codelco, así que estamos trabajando con ellas. Y para los otros salares, también estamos trabajando con algunas empresas junior u otras firmas. Estamos posicionados en varios proyectos en Chile si se presenta la oportunidad para poder desarrollar un proyecto. Así que estamos estudiando proyectos potenciales muy diferentes. Ya veremos cuál se materializa.
Enami está en pleno proceso de RFI y podría decirse que Eramet cumple al menos los requisitos para acreditar inversiones de US$300 millones en un proyecto de litio. ¿Se sienten más seguros de poder asociarse con ellos después de iniciar esta operación en Centenario Ratones?
-Sí. Estamos trabajando con Enami, como dijimos, porque Enami normalmente debería obtener el CEOL en los cinco salares que tenemos, y donde tenemos la concesión. Así que tenemos que trabajar juntos. Nos hemos presentado a esta RFI. Y tenemos la tecnología adecuada, tenemos los medios, somos capaces de financiar la exploración y el desarrollo de un proyecto en esta zona.
¿Qué harían en el caso de que Enami no los eligiera como socios?
-De hecho, vamos a tener que discutirlo porque somos los propietarios del activo. Así que tendrán que discutir con nosotros de todos modos. Esa es la complejidad del sistema chileno, que tienes un propietario de la concesión, un propietario de los derechos de exploración y estas personas tienen que ponerse de acuerdo en algún momento. En ese caso, es algo que tendremos que resolver cómo encontrar un acuerdo juntos para hacer que algo suceda. Pero hemos gastado US$100 millones para conseguir esta concesión, es mucho dinero. No lo abandonaremos fácilmente.
En su última junta general, se mencionó que se habían firmado dos acuerdos farm-in para concesiones adicionales de exploración y minería en Chile. ¿Qué puede decirnos al respecto?
-Estamos trabajando con algunas empresas junior que están realizando exploraciones y les estamos ayudando en sus trabajos de exploración, así como en su presentación al CEOL. Y si ganan, estaremos juntos y las financiaremos y las compraremos. Tenemos derecho a comprarlas. Es un clásico acuerdo farm-in (de cesión).
¿De qué empresas junior se trata?
-No recuerdo sus nombres. No los tengo en mi mente.
En el pasado, la empresa dijo que el proyecto Siete Salares implicaba inversiones iniciales de hasta US$1.000 millones. ¿Mantienen esa estimación?
-No. Es sólo la estimación aproximada que hemos hecho de los costos que hemos tenido aquí. Sabemos cuánto cuesta aquí construir las plantas, así que si lo extrapolamos, es el orden de magnitud de lo que debería costar en Chile. Así que es sólo un copy-paste de lo que hemos experimentado aquí.
El gobierno chileno está haciendo algunas mejoras para acelerar el ritmo de la expansión de las operaciones de litio. ¿Cómo se sienten acerca de esos anuncios?
-Los acogemos con satisfacción porque creo que estamos, como he dicho, deseosos de invertir en Chile. Así que queremos tener la oportunidad de hacerlo y tenemos que pasar por este proceso. Estábamos esperando que esto sucediera. Así que es bueno que esté ocurriendo ahora.
¿Espera cerrar este proceso bajo la administración Boric?
-No lo sé. Deberías preguntarles a ellos (risas)... Tan pronto como sea lo mejor para el negocio... Quiero decir, el tiempo es esencial en los negocios, así que los primeros en moverse siempre tienen ventaja. Así que es el gobierno chileno el que debe decidir si quiere ser el primero o no.
¿En qué medida afecta la caída del precio internacional del litio a sus proyectos en Chile y el mundo?
-Estamos apuntando sólo a activos del primer cuartil (de costos). Creemos que siempre hay que estar bien posicionados para resistir las bajas del ciclo. Entonces, con activos de primer cuartil y al precio de hoy, no debería haber ningún problema. El cash cost de la planta que hemos inaugurado está entre US$4.500 y US$5.000 por tonelada. Por supuesto, hay una gran inversión inicial que hay que reembolsar. Pero el cash cost es bastante bajo. Así que hoy, sí, el precio del litio ha bajado significativamente. Pero está en US$13.000. Así que entre este precio, incluso bajo, y nuestro cash cost, queda un margen bastante grande. Así que este margen es necesario para reembolsar el Capex, pero es suficiente para tener un retorno de nuestra inversión. Si logramos alcanzar en Chile el mismo tipo de costo que alcanzamos aquí en Argentina, no hay razón para que no seamos rentables, incluso al precio de hoy. Así que no afecta a nuestra voluntad de seguir creciendo en el negocio del litio, pero seremos muy selectivos en cuanto a la calidad del yacimiento y la calidad de la salmuera.