Los controladores de las AFP en Estados Unidos la semana pasada pidieron al Presidente Gabriel Boric una mayor interlocución con la autoridad a raíz de la reforma de pensiones, y para ello, el Jefe de Estado mandató al subsecretario de Previsión Social, Christian Larraín, para encabezar dichas reuniones.

Es en este contexto que durante este jueves los máximos ejecutivos de AFP Cuprum en Chile se reunieron con el subsecretario y el superintendente de Pensiones, Osvaldo Macías, por más de una hora.

Hasta las dependencias de la Subsecretaría llegaron José Antonio Llaneza, Country Head de Principal Chile; Pedro Atria, presidente de AFP Cuprum; y Martin Mujica, gerente general de la misma administradora de fondos de pensiones.

Tras el encuentro, el subsecretario comentó que “fue una reunión bien distendida, de buen nivel, como siempre muy respetuosa. Y conversamos acerca de las visiones que básicamente tenemos en relación a lo que es el futuro de la reforma del sistema de pensiones, y también respecto del rol que ellos pueden jugar, que también los inquieta como inversionistas en el futuro diseño que se está trabajando”.

Consultado respecto de cuál va a ser ese rol, Larraín explicó que “como gobierno estamos trabajando en una reforma que tiene el foco en las pensiones y en los afiliados (...) Y en relación con ese rol, nos interesa tener una arquitectura institucional donde hay distintos agentes que participan en ese rol que nos permita bajar costos, que tenga costos que sean consistentes con la seguridad social y sin sacrificar rentabilidad”.

José Antonio Llaneza, Country Head de Principal Chile; Pedro Atria, presidente de AFP Cuprum.

Por eso, añadió, cree que “es necesario construir una nueva arquitectura institucional, donde haya tripartismo, donde haya aporte del empleador, donde haya una nueva entidad pública que también pueda tener un rol relevante tanto en la gestión financiera de las inversiones como respecto a las actividades de soporte. Y en ese contexto también, obviamente que hay un espacio para que los privados puedan participar, en la medida que encontremos diseños adecuados para los privados que puedan ser funcionales al objetivo de tener un buen sistema, que dé buenas pensiones, que proteja a los individuos de los vaivenes del mercado del trabajo y de los mercados financieros”.

En esa línea, detalló que están “completamente abiertos también a que los privados puedan participar. Si las AFP también dentro de su marco de operación tienen una contribución que hacer sobre la base de un nuevo modelo, también estamos abiertos a que eso se converse. Lo que no está dentro del espacio de la conversación es el diseño que tenemos hoy día, donde tenemos las AFP como eje estructurante del sistema. Y eso no va a pasar, porque creemos que eso no contribuye a los objetivos de un sistema que dé buenas pensiones”.

Respecto del flujo de cotizaciones futuras, el subsecretario reiteró, tal como lo ha hecho anteriormente, que no hay posibilidad de que pueda ser administrado por las AFP con el mismo protagonismo que tienen hoy. “Eso está cerrado”, recalcó. “Es un tema de público conocimiento lo que hemos planteado”, añadió.

En esa línea, enfatizó que “en el diseño actual y en lo que estamos trabajando, vamos a respetar la decisión de las personas, que son dueñas de sus ahorros, de su stock de ahorro acumulado, vamos a respetar si ellos quieren mantener su stock de ahorro en las actuales AFP. Eso no está en cuestión. Pero respecto de las futuras cotizaciones, no hay espacio para la participación de las AFP con el modelo que hoy día tienen, haciendo las mismas cosas que hacen hoy en la participación en relación a las futuras cotizaciones”.

En esa línea, agregó que “al final esto no es magia. Pagar buenas pensiones requiere hacer un montón de cambios. Nosotros estamos preocupados de que los afiliados tengan buena rentabilidad, que los costos que tengan que pagar sean lo más eficientes posibles, y obviamente, sin atentar contra la calidad del servicio. Para eso estamos trabajando y estamos convencidos que el diseño actual no es consistente con eso. Queremos, sin sacrificar rentabilidad, tener un diseño que les permite a los afiliados pagar mejores costos y donde eventualmente puedan participar los privados, pero con una lógica funcional a los objetivos de la seguridad social”.

Respecto de cuáles son los privados que se van a poder sumar al modelo que están planeando, el subsecretario explicó que “es un tema que se está trabajando en la mesa interministerial. Cualquiera sea la figura y el espacio que exista para los privados debe ser un espacio regulado, debe ser un espacio supervisado, debe ser un espacio de giro único y donde se requiere licencia. Aquí no estamos en el mercado de las salchichas, aquí se trata de administrar recursos para la seguridad social y cualquier espacio que exista para privados debe cumplir con esos requisitos”.

Y consultado sobre si se habló del modo en que conversa esta reforma con los Tratados de Libre Comercio, no se quiso pronunciar. Pero de todas maneras dijo que “cualquier sector financiero regulado se rige por las normas y el marco regulatorio que en cada momento del tiempo se determine democráticamente de acuerdo a las reglas de un país”.

Larraín también confesó: “Me tocó liderar las negociaciones del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos el año 95, cuando estuve en el Ministerio de Hacienda, que se rigen por el capítulo 11 de Servicios Financieros, y de acuerdo a lo que se plantea en el capítulo 11, efectivamente todos los sectores regulados pueden sufrir cambios en la arquitectura regulatoria en la medida que los países determinan que es necesario para que las entidades puedan cumplir mejor con el mandato que le ha sido asignado por la sociedad, que operen con marcos regulatorios distintos. Eso es parte de las reglas del juego. Cualquier inversionista cuando invierte en un sector financiero regulado lo sabe. Obviamente dentro de la arquitectura de los tratados si algún inversionista no está contento, también existen canales a los cuales pueden recurrir”.