Si bien desde el gobierno han señalado que en la Reforma Previsional, que se presentará antes de septiembre de este año, no está considerado analizar un pronto traspaso de las Fuerzas Armadas (FF.AA.) al sistema de capitalización individual de pensiones, este tema no ha dejado de ser monitoreado y preocupante, dado los recientes escándalos por la posibilidad de manipularlas bases sobre las que se calculan los beneficios.
En este sentido, CIEDESS realizó un análisis respecto a las dificultades prácticas que tendría la modificación del sistema previsional de las FF.AA.
Una de las principales conclusiones del estudio apuntan a que bajo las condiciones actuales, incluso en el supuesto de la máxima estabilidad laboral y aplicando las reglas de imponibilidad, el traspaso al sistema de AFP implicaría que la pensión de un suboficial con treinta años de servicios sería inferior a $270.000 o un 12% de tasa de reemplazo.
Esto, considerando que el sistema previsional de las FF.AA y de las Fuerzas de Orden es el último remanente del viejo sistema de Cajas de Previsión, que funciona como un sistema de reparto, donde un solo administrador integra la totalidad de la seguridad social.
En este sentido, este sistema de reparto en las FF.AA mantiene una lógica diferente a la capitalización individual, generando prestaciones por antigüedad (años de trabajo) en lugar de por vejez, lo que dificulta su integración con éste.
Además, indica el estudio, arrastra importantes dificultades económicas, al requerir para su mantenimiento una contribución fiscal superior al 90% de su financiamiento.
Además otro problema que presenta este sistema es la importancia que ha adquirido el sector pasivo, puesto que, considerando al considerar aquellos que acceden a pensión en Capredena, en 2011 llegaban a 105.000 personas versus los 64.000 imponentes activos a esa fecha, generando una relación de 0,6 activos por cada pasivo.
El nivel de los ingresos en la FF.AA es otro de los factores que genera tensión con el sistema de pensiones de la FF.AA
Según detalla el informe de CIEDESS, si se contempla en los pagos los servicios realizados que se encuentra afecta a cotizaciones e impuestos, como se hace en el sector privado, el nivel es inusualmente bajo: el sueldo base en 2016 del grado más bajo del cuadro permanente (cabo) corresponde al 64% del ingreso mínimo mensual para ese año ($160.470 contra $250.000).
Traspaso
Dado los antecedentes, el informe de la corporación plantea que la modificación del sistema de pensiones en las FF.AA provocaría un empeoramiento de la actual situación financiera: "Ello por cuanto la existencia de derechos en curso de adquisición por parte de la generación presente obligaría a tener un periodo de convivencia de regímenes. Es decir, se produce la problemática financiera de un cambio de reparto a capitalización, la cual tiene relación con el financiamiento de las generaciones de transición de un sistema a otro".
Una segunda consecuencia, sería que la nueva generación bajo el sistema de capitalización no tendría mejores perspectivas, así "una persona que termine la carrera quedaría con una densidad previsional del 75%, al tener solo treinta años de aportes (duración de la carrera militar), en lugar de los 40 que considera el mundo civil.
Y en tercer lugar, dice el informe, de solucionar la duración de la carrera, quedaría abordar la base imponible reducida. "El nivel de remuneración existente hace que los primeros grados del escalafón de suboficiales quede fuera de la capacidad de cotizar por no alcanzar el ingreso mínimo mensual, acortando el tiempo de acumulación de recursos en el periodo que tome obtener el ascenso", señala el estudio.
Propuestas
Teniendo claro que uno de los problemas que presentan los regímenes de seguridad social integrados es el importante espacio que existe para distorsiones, CIEDESS sostiene que "esta situación hace completamente incompatible cualquier cambio que se funde sobre estas bases, por lo cual un sinceramiento de las condiciones de funcionamiento del sistema es necesario".
Y agrega que: "Ello implica necesariamente regularizar el nivel de las remuneraciones, cuestión que ha sido objeto de cuestionamientos no solo respecto a las FFAA, sino a nivel de la administración pública: los ingresos no remuneracionales debiesen tener un límite máximo".
Al mismo tiempo sugiere que una modificación requiere, en primer lugar dar una real finalidad previsional al sistema, "lo que implica la capacidad del mismo de generar y financiar una protección que sea compatible con la movilidad del individuo en las diferentes opciones profesionales que se presenten en su vida. En resumen, debe ser compatible con el sistema general".
En definitiva, el estudio concluye que reformar los regímenes especiales de las FF.AA. implica un considerable uso de recursos, pero "estos costos corresponden simplemente a un sinceramiento de la situación actual, permitiendo apreciar y fiscalizar realmente el uso de los recursos, reduciendo el espacio para las situaciones de abuso de derechos y evitando los escándalos de manipulación de las pensiones", sostiene el documento de CIEDESS.