Hace ya 45 años que Chile impulsó por primera vez una política aerocomercial denominada “Cielos Abiertos” que buscaba liberar y desregular el transporte aéreo, avanzando en la apertura de mercados internacionales y eliminando las barreras para el comercio con otros países.
Lo anterior, a través de acuerdos con distintos países, que son denominados Acuerdos de Servicios Aéreos (ASA). La función de estos, en palabras de la Junta Aeronáutica Civil (JAC), el organismo a cargo de esta área, es conceder la mayor amplitud posible de derechos de tráfico y libertades comerciales.
Los ASA permiten que las empresas de los países involucrados abran nuevas rutas, ya sean directas o con escalas, para el traslado de pasajeros y carga. Además, como efecto, dichos acuerdos fomentan la competencia, amplían la oferta de servicios y mejoran la conectividad entre los países que firman.
“Desde el Ministerio de Transporte y Telecomunicaciones (MTT) estamos trabajando comprometidamente para impulsar y mejorar los acuerdos que tenemos con los países en esta materia, ya que estamos convencidos que es el camino correcto para fortalecer la conectividad aérea hacia los destinos internacionales”, expresó el ministro Juan Carlos Muñoz.
Los datos de la JAC muestran que al 2004, Chile tenía un total de 18 acuerdos con otros países de América, de los cuales muchos contenían restricciones de frecuencias y puntos geográficos. Ya en 2014 la situación había evolucionado, con 21 convenios que, en su mayoría, establecen libertades para el transporte tanto de pasajeros como de carga.
Esto ha significado un alza en el tráfico internacional de pasajeros, que se duplicó entre el 2004, cuando se registraban un total de 3,5 millones de pasajeros movilizados desde los aeropuertos de Chile, y el 2014, año en el cual alcanzó 7,5 millones. Desde ese entonces al 2024, el traslado de pasajeros no domésticos aumentó un 52%, sin embargo, aún hay una brecha con los niveles que se tenía previo a la pandemia.
El Ministerio de Transporte espera poder recuperar esas cifras durante este año. Previo a la emergencia sanitaria, se esperaba alcanzar entre 15 millones y 17 millones de pasajeros.
El titular del MTT dice que “el transporte aéreo internacional ha tenido un crecimiento exponencial en las últimas dos décadas. Incluso, para este año esperamos recuperar las cifras prepandemia, alcanzando cerca de 11 millones de pasajeros transportados fuera del país, lo que significaría un aumento de un 52% en comparación con las cifras de hace 10 años. Precisamente, esto tiene directa relación con los acuerdos de cielos abiertos que seguimos promoviendo y que permiten que más personas puedan acceder a esta forma de transporte”.
Los acuerdos en América
En abril de este año Chile y Argentina firmaron un convenio calificado como “inédito” por la JAC. Este es el acuerdo más reciente de “cielos abiertos” firmado por Chile, y permitirá abrir nuevas conexiones entre este territorio y el país trasandino, con más acceso tanto para empresas chilenas como argentinas.
El secretario general de la JAC, Martín Mackenna, expresó “este acuerdo marca un antes y un después, ya que Chile se convirtió en el primer país en tener un convenio de cielos abiertos con Argentina, lo que es fruto del trabajo que estamos realizando para avanzar en la consolidación de esta política aeroespacial con los países del continente, la que sin duda beneficia a toda la industria”.
En abril, la ruta Santiago-Buenos Aires llegó a 115.262 pasajeros, posicionándose como la segunda ruta internacional con más tráfico.
Cabe recordar que el Ministerio de Obras Públicas anunció recientemente la construcción de un Aeropuerto de Viña del Mar con una inversión de más de $30 mil millones, en el que operarán mayoritariamente vuelos nacionales, pero también vuelos desde y hacia Argentina.
Por otro lado, desde la JAC destacaron los efectos del acuerdo de “Cielos Abiertos” con Brasil que se firmó en 2008. En 6 años, hasta el 2014, el tráfico entre ambos países creció un 54,7%. Un escenario similar ocurrió con Perú con quién lo firmó en 2011, aunque en menor medida (25%), considerando que este aún mantiene restricciones para vuelos directos de ida y vuelta. Según la JAC, esto último significó para la industria la creación de 300 empleos adicionales y US$4 millones para la actividad sólo entre 2011 y 2012.