Las cifras económicas del primer semestre fueron positivas, aunque dejan algunas dudas dependiendo de la lectura de las cifras que se haga.
Por el lado optimista, el Índice Mensual de Actividad Económica registró un crecimiento de 4,9% interanual en junio. Con estos datos la actividad acumula una expansión de 4,7% en el primer semestre, los mejores seis meses desde 2012.
También es una buena cifra que el Imacec No Minera haya vuelto a registrar una saludable alza, consolidándose en torno al 5%. Este último se vio incidido por el desempeño de las actividades de comercio e industria manufacturera.
¿Qué preocupa?
El Imacec minero aumentó 3,7%, lo que si bien es un avance, muestra un menor ritmo.
Lo otro que preocupa es que en el margen, la velocidad del crecimiento empezó a mostrar signos de desaceleración. En términos desestacionalizados, y con respecto al mes anterior, el Imacec minero bajó 2,7% y el Imacec no minero creció 0,2%. La serie desestacionalizada disminuyó 0,1% en junio respecto del mes precedente.
Si a estas cifras se le suma la variable expectativas, que han mostrado un ligero retroceso en las últimas mediciones de distintas encuestas, la situación puede resultar preocupante.
Será importante monitorear qué sucede con las expectativas en los próximos meses, así como también con la situación de la economía chilena.
Si efectivamente se observa que las expectativas económicas consolidan un retroceso, se puede estar en presencia de una situación en que ese letargo se traspase a la economía real.
El gobierno ha manifestado que la reforma tributaria y previsional serán presentadas, en el corto plazo, iniciativas que serán una oportunidad para lograr un golpe anímico que permita sostener las expectativas en terreno positivo.