La evolución del mercado laboral está en constante análisis de los especialistas. Y un foco que genera permanente debate es la relación que hay entre el empleo asalariado público con el privado. Ese fue el ángulo que tomó Clapes-UC en su informe “La importancia del empleo privado para contener el deterioro del mercado laboral”.
El documento, que realizó la investigadora Carmen Cifuentes, entrega dos escenarios: uno donde hay una débil creación de empleo asalariado privado y el segundo una fuerte creación de este tipo de plazas.
“Los resultados de las proyecciones muestran que, en escenarios donde la creación de empleo privado se mantiene débil y el empleo público creciendo a tasas anuales altas, el desempleo se mantendría por debajo del 9,0% este año. Si en cambio, el empleo asalariado privado se estanca, aunque el empleo público siga registrando un crecimiento anual elevado, la tasa de desempleo superaría la barrera del 9,0%”, puntualiza el documento.
En contraste, en la situación hipotética de que el empleo privado creciera a las tasas anuales que lo está haciendo el público, y viceversa, se menciona que “observaríamos tasas de desempleo inferiores al 7,0%. Este último resultado se explica por la mayor importancia relativa de los asalariados privados en el empleo total representan tres quintos de los ocupados totales”.
En ese contexto añaden que “un aumento trimestral de un 1% en el empleo privado se traduce en prácticamente 54 mil puestos de trabajo adicionales, mientras que un incremento trimestral de un 1% en el empleo público equivale a algo menos de 12 mil puestos de trabajo”, menciona el reporte.
En su análisis describen que la distinción según categoría ocupacional muestra que en lo que va del año, parte importante de la creación anual de puestos de trabajo ha sido impulsada por el empleo público. En el trimestre marzo-mayo aumentó 4,5% en doce meses, mientras que el empleo asalariado privado se ha mostrado débil con un alza promedio de apenas 1,6%.
Mencionan que “la situación del empleo asalariado privado formal es aún más preocupante, con un incremento promedio de sólo 0,8% en doce meses para los primeros tres trimestres móviles de 2023. Esto significa que prácticamente no se están creando empleos privados formales en comparación a 2022; en el trimestre marzo-mayo se crearon cerca de cinco mil”.
Detallan que el empleo asalariado privado concentra cerca del 60% los ocupados. Su mayor importancia relativa en el empleo total implica que la expansión de otras categorías como el empleo público no es suficiente para compensar el estancamiento del empleo privado.
Esto para Clapes-UC, evidencia “la importancia del empleo asalariado privado en la dinámica de la tasa de desempleo, advirtiendo lo perjudicial que puede ser, tanto para el mercado laboral como para la economía en su conjunto, implementar políticas que golpearan a este sector, deteriorando todavía más al empleo privado. Es el caso de aquellas reformas que se traducirían en un incremento de los costos laborales para los privados”.
En ese sentido, el texto puntualiza que “considerando lo anterior, el foco de las autoridades en materia laboral debiese estar en cómo reactivar el empleo asalariado privado y especialmente el formal, que está asociado a mejores condiciones laborales e ingresos que los puestos de trabajo informales”. Para ello, sostienen que “es fundamental contar con una agenda pro crecimiento que contemple medidas concretas para acelerar la actividad económica”.