En octubre del año pasado se anunció con bombos y platillos la aprobación, por parte de la Fiscalía Nacional Económica, del joint venture entre Claro y VTR. El acuerdo implicaba que todas las operaciones chilenas de ambas compañías quedaban bajo una sola sociedad, ClaroVTR, la cual comenzaba este nuevo camino apostando a que sus operaciones podrían complementarse y lograr sinergias importantes.
Sin embargo, con el devenir de los meses comenzaron a aparecer problemas en VTR. Llegaba a la fusión con una cartera de clientes menor a la que tenía cuando se iniciaron las conversaciones. Adicionalmente, la pretensión de que juntas unirían fuerzas para ser un actor poderoso en 5G se fue frenando, producto de un requerimiento interpuesto por WOM ante la Corte Suprema y que tiene paralizado el proceso de cambio de concesión, que tanto Subtel como el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC) habían autorizado.
Y mientras todos estaban pendientes de los movimientos en tribunales, apareció un nuevo cisne negro: la debilitada situación financiera de VTR, destacada por las clasificadoras de riesgo y pérdidas contables por US$ 500 millones a diciembre de 2022, dadas a conocer recientemente por Liberty.
Ante este panorama, la empresa fusionada ClaroVTR decidió responder: “Este plan cuenta con el apoyo de nuestros accionistas, es capaz de generar valor en el mercado y nos ha permitido cumplir estrictamente todos nuestros compromisos, tal y como estaba previsto en el acuerdo de fusión. La deuda es de VTR con vencimiento en 2028, y tiene un plan de negocios que respalda estos compromisos. VTR nunca ha incumplido sus compromisos financieros. Además, en enero pagó íntegramente el cupón correspondiente a los intereses del período. La deuda de VTR siempre ha sido una deuda separada desde el punto de vista de su estructuración, es decir, sin garantías de la matriz (Liberty)”.
Apalancamiento
Primero fue Fitch Ratings la que alertó sobre una de las mitades de la fusión. A mediados de mayo, actualizó la clasificación de la deuda de VTR, bajándola a CCC-, nota que deja en evidencia que sus probabilidades de impago son altas. Francisco Mercadal, associate director corporate ratings de Fitch, señala que la baja se explica porque “hay una mayor presión sobre la flexibilidad financiera en 2022 y una generación de flujo de caja operativo inferior a la prevista anteriormente por Fitch, así como la expectativa de retos relevantes para conseguir fondos adicionales para atender sus pagos de intereses en los próximos 12-18 meses”.
Asimismo, dice que dentro de los bonos que VTR tiene emitidos hay una línea habilitada de US$ 200 millones y $45 mil millones, a la que podrían echar mano y enfrentar sus compromisos financieros. “Ellos están imposibilitados de emitir deuda adicional por el tema del covenant de leverage, ya sobrepasado. Ante la situación deteriorada de la empresa en términos operacionales y financieros, la utilización de esta línea se ve desafiante en el mediano plazo”.
De acuerdo a Francisco Mercadal, VTR tiene una liquidez de $34 mil millones, cuando tienen que pagar alrededor de US$ 60 millones sólo en intereses por los bonos. “Por lo tanto, ante el deterioro operativo se ve necesario que la compañía tenga la posibilidad de tener fondos adicionales a través de esta línea o de aporte de la matriz, o de venta de activos”.
ClaroVTR retruca que no ha habido cambios significativos en las cifras financieras de VTR en los últimos trimestres, salvo la amortización del fondo de comercio generado por la fusión con Metrópolis y otras fusiones anteriores. “Se trata de la amortización de un intangible, no afecta el flujo de caja. Esta empresa cuenta con un plan de negocio aprobado y acceso a liquidez de fuentes como su línea de crédito, entre otras”.
Este jueves el portador de las malas noticias fue S&P, que también cambió su clasificación de la deuda situándola en CCC. Al igual que Fitch, S&P prevé que VTR continuará mostrando un desempeño operativo débil, lo que resultará en apalancamiento superior a 10 veces en los próximos dos años (Fitch considera que llegará a 12 veces).
ClaroVTR indica que los niveles de apalancamiento están contemplados en el plan de negocio del joint venture “que, al día de hoy, se está cumpliendo y nos permite seguir generando valor”. Sin embargo, declinaron entregar información sobre cuál es la meta de apalancamiento que les acomoda.
La red y las sinergias
¿Cómo llegó VTR a esta situación, después de haber sido reconocida como “la joya de Liberty” en 2018? VTR está sufriendo lo que se denomina “obsolescencia tecnológica”, ya que apostó por la tecnología coaxial en vez de fibra, que la deja hoy en peor pie frente a su competencia, y que generó la huida de clientes y daño en su marca a partir de la pandemia.
“Estamos trabajando duro para mejorar la calidad de nuestras redes y servicios, tanto fijos como móviles. Aunque con nuestras redes HFC actuales podemos ofrecer altas velocidades, nuestro objetivo a corto/medio plazo es contar con tecnología y redes de última generación (tanto de fibra óptica fija como móvil) y también mejorar la experiencia de nuestros clientes en cada punto de contacto”, señalan en ClaroVTR.
Analistas de la industria señalan que la empresa fusionada también tiene una fuerte desventaja al no contar con 5G, tema que debe resolver la Suprema. Al respecto, la empresa se muestra optimista.
Asimismo, destaca que su integración presenta importantes sinergias, no sólo operativas y de costos, sino también comerciales. “Uno de los principales focos de la compañía es llevar adelante un robusto plan de captura de valor y sinergias por más de US$180 millones. Este plan incluye, entre otras acciones, consolidación de contratistas y servicios, redefinición y automatización de procesos, renegociación de contratos externos, tomando siempre lo mejor que teníamos en VTR y Claro y, por supuesto, aprovechando la nueva escala de la compañía y la experiencia de nuestros accionistas”.