"Se observa que si bien el aumento en los ingresos convirtió a Chile en un país de clase media, la cual aumentó de 43,2% a 65,4% entre 2006 y 2017, todavía el 63,1% de las personas de este grupo tiene ingresos relativamente bajos, perteneciendo a una clase media baja". Esta es la principal conclusión a la que llega el estudio "Hacia una definición y caracterización de la clase media en Chile", realizado por las investigadoras de Libertad y Desarrollo (LyD) María Paz Arzola y Catalina Larraín.
A través de este estudio se propone una definición de grupos socioeconómicos en base a la medida oficial de pobreza utilizada en nuestro país, como con la medición de clase media utilizada por el Banco Mundial.
Sobre la base de la definición utilizada por el Banco Mundial, pero teniendo en cuenta la medida de pobreza vigente en Chile, Libertad y Desarrollo propone una definición propia de clase media para el país, la cual corresponde a aquellos hogares cuyos ingresos totales se encuentran entre 1,5 y 6 veces la línea de pobreza vigente. Bajo esta definición, el ingreso total mensual de un hogar de clase media que se compone de cuatro personas estaría entre los $626.021 y $2.504.083 mensuales.
María Paz Arzola, coordinadora del programa social de LyD, asegura que "se trata de una medida absoluta, que además es coherente con la metodología oficial vigente en nuestro país para medir la pobreza. De esta forma, permite caracterizar a la población y con ello, evidenciar la transformación social y el progreso vivido en Chile".
En este contexto y respecto al incremento de la clase media, el estudio señala que esto se explica gracias a la disminución de las personas en situación de pobreza, que cayeron desde 29,1% a 8,6%, y en situación de vulnerabilidad, que se redujeron desde 22,3% a 15,9%. Por su parte, las personas de altos ingresos aumentaron de 5,4% a 10,1% en ese mismo período.
Composición clase media
En base a esta medición, el grupo que alcanza la mayor proporción dentro de la clase media es la "clase media baja": el grupo de menores ingresos (entre 1,5 y 3 Líneas de Pobreza, LP). Esto quiere decir que la mayoría de los hogares de clase media del país tienen ingresos que llegan a un máximo de tres veces la línea de pobreza, lo que para un hogar de cuatro personas equivale a un total de $ 1.252.041 al mes.
Este grupo alcanza 63,1% de los hogares de clase media en 2017, lo que, en todo caso, representa una disminución de 6,2 puntos porcentuales en comparación con 2006 (69,3%). En cuanto al total de los hogares del país, la clase media baja representa el 42,5%, siendo el grupo más numeroso de la población.
En cuanto a la clase media - media, el estudio muestra que representa el 26,7% de este grupo socioeconómico. Los hogares de este sector (de cuatro personas) percibe de manera mensual desde 3 a 4,5 veces la línea de pobreza en Chile, lo que equivale de $ 1.252.041 a $ 1.878.062. Si bien este grupo es de menor proporción que el anterior, en una década se elevó 5 puntos porcentuales.
Y la clase media alta es el 10,2% de los hogares de clase media del país, creciendo 1,2 puntos porcentuales desde 2006. En este sector, los hogares perciben desde 4,5 a 6 Líneas de pobreza, es decir, de $1.252.041 a $2.504.083 mensuales.
Al analizar en mayor profundidad la clase media chilena, el estudio evidencia que los hogares de clase media baja tienen una mayor capacidad de generar ingresos autónomos que aquellos que se encuentran en situación de pobreza y vulnerabilidad, y que en parte por ello hoy reciben, proporcionalmente, menos de la mitad de los subsidios que reciben los hogares en situación de vulnerabilidad.
Sin embargo, sostiene el estudio de las investigadoras, si consideramos las prestaciones en salud y educación que el Estado financia, vemos que hoy la clase media recibe un importante apoyo de éste, lo que le permite acceder a un mayor nivel de bienestar.
"Al inspeccionar los distintos subgrupos que conforman la clase media, encontramos que hay una clase media baja que aún se encuentra cerca de los grupos más vulnerables y que podría llegar a requerir un mayor apoyo, de manera que parece haber espacio para perfeccionar la oferta de programas dirigidos a entregarles mayor seguridad", concluye el estudio.
Esto tiene relación con las características de los subgrupos de clase media, ya que en lo que dice relación con la escolaridad, sostiene el análisis de las investigadoras, los jefes de hogar pertenecientes a la clase media baja promedian 9,6 años, lo que los ubica muy por debajo del resto de la clase media (11,4 años la clase media-media y la alta es 13,2 años), encontrándose más cerca de los jefes de hogar en situación de pobreza y vulnerabilidad. En cuanto a la tasa de ocupación de los jefes de hogar de clase media baja, ésta se encuentra por encima de los hogares pobres y vulnerables, así como también el número de ocupados promedio por hogar.