Existe un consenso respecto de que para que las empresas realmente sean más sustentables, más que un gerente del área, la elaboración de un reporte o lograr una serie de certificaciones, la clave está en que los directorios de las compañías tomen a la sustentabilidad como algo clave. Ese es el objetivo de Chapter Zero a nivel mundial: lograr que los directores asuman el desafío, principalmente pensando en la lucha contra el cambio climático.
Apalancado por el Foro Económico Mundial y la Universidad de Cambridge, Chapter Zero nació en 2019, pero en 2021 aterrizó en Chile, liderado por Claudio Muñoz, su actual presidente. Nuestro país fue el primero de América Latina en lanzar esta instancia. “El Instituto de Directores de Chile fue nuestro host y buscamos varios apoyos como la Bolsa de Santiago y EY. Somos un conjunto de personas que nos motivamos por esto, vinculados al mundo de los directorios de empresas”, explica Muñoz, quien agrega: “Nuestro propósito es que la agenda de acción climática sea una parte central de un directorio. Así como le damos importancia a temas financieros o comerciales, que también los temas de cambio climático, de sostenibilidad y de transformación de los modelos de negocios, sean centrales en las empresas”.
¿En qué nivel están las empresas y los directorios incorporando estos temas de sustentabilidad en Chile?
-Chapter Zero global tiene unos 100 mil directores de empresas que participan en lo que llamamos la “Red de acción climática”. Dentro de eso, en Chile somos unos 150. Sin embargo, no tenemos buena información de cómo estamos avanzando. La información que tenemos y hemos recibido a través de encuestas y estudios es que estamos en un punto de inicio. Falta camino por recorrer. A nivel de directorio no es un tema que esté con profundidad instalado en las agendas. Creo que tenemos una oportunidad de fortalecer la actuación del directorio. Tenemos que incorporarlo de una manera más sistemática.
¿Cuál es la motivación?
-Esto no es un tema de una moda ambientalista. No es que queramos decir que estamos tomando este tema para reportarlo en un informe de sostenibilidad. Lo que nosotros buscamos es que esto sea parte central de la estrategia de un negocio. Cuando uno enfrenta cambios, por ejemplo, en el mercado financiero, lo que hacemos las empresas es que generamos una estrategia de negocios para enfrentar ese cambio, como, por ejemplo, una cobertura, una política de endeudamiento, aumentos de capitales, etc. Generamos una respuesta de negocios frente al cambio del contexto. Aquí pasa algo similar: nos cambió el contexto climático. Estábamos acostumbrados a hacer nuestro negocio con determinadas condiciones de clima, de lluvias, de sequías e inundaciones. El contexto nos cambió como país. Por lo tanto, lo que le corresponde hacer a la empresa es ver cómo va a cambiar su estrategia de negocios para poder ser exitoso en este escenario. Y a los directorios, les falta profundizar en esta dirección.
Pero muchas veces esto se deja en el área o en el gerente de Sustentabilidad…
-Esto no es que el directorio le pida al gerente de Sustentabilidad que se haga cargo del tema, es más sofisticado. Requerimos una actuación conjunta que sea parte del gobierno corporativo, que existan discusiones y decisiones en torno a ese nuevo modelo de negocios. Que sea parte de la agenda. Seamos realistas, a veces pasa esto de que el director o el gerente general le pide a un área de la empresa que desarrollen cierto tema. Pero si eso se traduce en que esa área va a dar cuenta una o dos veces al año y el directorio lo considera un tema más de revisión, probablemente no se están involucrando en lo que nosotros buscamos. Nosotros buscamos una respuesta estratégica de negocios frente a un cambio de contexto.
¿Por ejemplo?
-Me gusta el concepto de la ingeniería circular. Quiere decir que las empresas podemos cuestionarnos las formas tradicionales de hacer las cosas y buscar nuevas maneras compatibles con el entorno y el medioambiente. Estamos hablando de la esencia de la innovación. Cuando esas cosas se conversan en la mesa de un directorio, los gerentes no solo se motivan más, si no que es mucho más efectivo el trabajo.
¿Cuáles son las principales trabas que ponen algunos miembros de los directorios cuando se les plantea que hay que hacer las cosas de otra forma?
-Lo primero que está cambiando es el gran interés por aprender. Cuando los directores nos ponemos en esa lógica de asumir que no nos las sabemos todas, es una buena señal. Creo que el cambio climático está empezando sofisticar la discusión, ponerle estrategia, habilidad y talento. Pero creo que en algún momento en el mundo de las empresas nos equivocamos preguntándonos si el cambio climático era algo que realmente estaba pasando y perdimos tiempo diciendo en eso. Cuando nos dimos cuenta que esa pregunta era irrelevante, nos hicimos otra que ya no era tan relevante: ¿De quién fue la culpa? Pero hoy, la pregunta importante es: ¿Qué vamos a hacer dado que nos cambió el contexto?
¿Cómo ayuda la normativa a esos cambios?
-Respecto de esto que se ha llamado la permisología o la regulación tenemos que hacer un cuestionamiento fundamental. A nosotros nos parece que esa dimensión no está ayudando a esta transformación. Y es ahí donde tiene que darse un círculo virtuoso, es decir, las empresas debemos cumplir un desarrollo sostenible, pero la permisología o la regulación tiene que ser un aliado de ese proceso de cambio. Cuando una sociedad es capaz de ponerse de acuerdo en cómo cumplir la ley con agilidad, probablemente lo que estamos logrando es avanzar más rápido en capturar la oportunidad de resolver los desafíos.
¿Qué industrias o sectores están más al debe y cuáles más avanzados en entender la importancia del cambio climático y aplicarlo?
-Creo que parte de los desafíos que hay en Chile es que no tenemos una buena respuesta a esa pregunta. No tenemos un buen diagnóstico de lo que está pasando.