Califica de exitosa la intervención realizada por el Banco Central. Sin embargo, afirma que las declaraciones públicas y por separado que hicieron el gobierno y el ente rector, se interpretan como una descoordinación entre ambas autoridades. “Hay instancias más formales de coordinación que pudieron haberse utilizado para hacer una evaluación conjunta”, afirma el economista jefe de Banco Santander, Claudio Soto. El experto fue parte del Banco Central durante casi dos décadas, entre 1995 y 2014.
¿Qué lectura hace de la intervención realizada por el Banco Central para contener el alza del dólar?
De acuerdo al análisis que hacemos nosotros, un tipo de cambio entre $ 900 y $ 950 se podía explicar por los movimientos que tenía el precio del cobre y el fortalecimiento del dólar a nivel global, pero una vez que el dólar sobrepasó los $ 1.000 había evidentes signos de desalineamiento, y por lo mismo, el jueves había indicios de que podría haber una intervención del Banco Central.
En estos movimientos del dólar que fueron más allá de sus fundamentales, ¿tuvieron que ver algo los mensajes que envió el Central días previos y por el alza en la tasa de interés, que para algunos fue menor a la esperada?
Es difícil pensar que se puede incidir mucho en el tipo de cambio con movimientos de tasas. Los movimientos de tasas para que tenga impacto en el tipo de cambio tienen que ser muy agresivas, y eso no está en el radar. Lo que sí es claro que entre las declaraciones del gobierno por un lado y del BC por otra, había una cierta sensación de descoordinación y eso pudo haber alimentado algo de movimientos especulativos de la moneda. Eso se cortó, de alguna manera, con el anuncio de la intervención.
Ese episodio de declaraciones, ¿lo ve como una descoordinación?
Yo lo interpreto como una descoordinación. Hay instancias más formales de coordinación que pudieron haberse utilizado para hacer una evaluación conjunta. Hoy día (viernes) el ministro Marcel llamó al Consejo de Estabilidad Financiera justamente para analizar de manera conjunta la visión de distintos órganos, esa es una instancia más formal para poder tener un diagnóstico común y no estar haciendo esto a través de recados por la prensa. Da la sensación de que no hubo una buena coordinación entre el gobierno y el Banco Central.
¿El Banco Central se demoró en actuar?
Con un tipo de cambio en torno a $ 900 - $ 950 no había indicios tan evidentes de desalineamiento. Para que el BC intervenga y de manera exitosa, se requieren antecedentes de un desalineamiento evidente y eso ocurrió recién después del primer comunicado del BC.
El monto y la forma utilizada por el Central para intervenir, ¿fue el adecuado?
El monto es adecuado, los instrumentos también. Eso se reflejó en los movimientos del dólar de hoy. Después del anuncio hubo una apreciación del peso de casi un 7% que es muy sustantiva, y de alguna manera refleja el hecho de que la intervención fue exitosa.
¿En qué niveles cree que se mantendrá el dólar luego de la intervención del Banco Central?
De aquí en adelante dependerá mucho de lo que pase con dos variables fundamentales, que es el precio del cobre y dólar a nivel internacional. El cobre lamentablemente ha seguido cayendo y considero que está muy por debajo de sus valores coherentes con sus fundamentales de largo plazo. Hay un temor por una posible recesión a nivel global y eso ha alimentado los precios a la baja del metal. Creo que en algún momento debiésemos ver una cierta reversión en el precio del cobre, pero no es claro cuándo pueda ocurrir. Si el precio del cobre sigue cayendo, las presiones al alza del tipo de cambio volverán a surgir. Si se mantiene en estos niveles debiésemos ver un tipo de cambio oscilando en torno a los $ 950.
¿Ve probable que a medida que se acerque la fecha del plebiscito constitucional el dólar pueda seguir subiendo?
El nivel del tipo de cambio tiene ya reflejado niveles de incertidumbre elevados. Si uno lo compara con sus fundamentales históricos, el tipo de cambio está aproximadamente $ 150 a $ 200 por sobre lo que debiese ser su valor coherente con sus fundamentales históricos. Eso se explica por la incertidumbre política interna y es probable que continuará después del plebiscito y, por lo tanto, seguirá incidiendo en valor de moneda. No es claro si esta incertidumbre se acentuara o moderará un poco. Dependerá de muchos factores.
El alza del dólar tiene impacto directo en la inflación, ¿ve probable que esta termine por sobre la proyección que entregó el Banco Central del 9,9%?
Probablemente sí, pensamos que la inflación estará sobre el 10% a fines de año, con niveles más cercanos a 12%. El peak debería estar en sobre el 13 % en los próximos dos a tres meses y veremos registros sobre 1% mensual. Luego debiésemos empezar a ver una moderación de la variación anual de la inflación.
Y para el próximo año, ¿la reducción será más lenta de lo previsto?
Cuando el Banco Central publicó el Informe de Política Monetaria de junio, nosotros ya pensábamos que era optimista su proyección de inflación del 2,7% para el otro año. Nuestra proyección estaba entre el 4,5% y el 5%, pero ahora prevemos que puede estar en niveles del 5,5 % el próximo año.
¿Ese escenario considera una caída en la actividad en 2023?
Pensamos que la economía estará en torno a lo que el Banco Central proyectó en el Ipom de entre -1% al 0%. No obstante, hoy los riesgos están centrados a la baja.
En el comunicado de la Reunión de Política Monetaria de la esta semana, el BC anticipó nueva alza, ¿cuál será el nuevo techo para la tasa de interés?
Esperamos que vuelvan a subir la tasa en la reunión de septiembre, porque todavía vamos a tener algunos registros elevados de IPC, pero ya en octubre podríamos ver alzas bastante más moderadas de 25 puntos base o incluso un congelamiento de la tasa de interés en un nivel del 10% al 10,5%. Conforme la inflación empiece a descender y la economía a mostrar signos de debilidad, el BC podría estar en condiciones de comenzar a bajar la tasa de interés. Esto sería a comienzos de 2023.