Se parecen, pero no son lo mismo. El mentoring y coaching, son dos tendencias que llegaron para quedarse y cada vez se ven con mayor frecuencia dentro de las organizaciones, pero a menudo no se conocen sus diferencias. El primero es un líder que es capaz de entregar información de gran valor debido a su propia experiencia, con énfasis en sus éxitos y fracasos. En tanto, el coaching tiene un enfoque más competitivo, el que busca desarrollar las potencialidades de los funcionarios por medio de herramientas de aprendizaje, algo similar a lo que ocurre durante la práctica del deporte.
"Ambas metodologías aportan mucho, pues cambió el paradigma laboral. Hoy, se encuentran cada vez menos contratos indefinidos. Esto está obligando a una reconversión en el campo laboral. Las personas van a tener que privilegiar los proyectos. Esto provoca que los trabajadores se cuestionen sus habilidades. En ese contexto, el mentoring y el coaching los dota de las herramientas para lograr sus objetivos", dice Rodrigo López, psicólogo, coach educacional y director del magíster en Psicología Educacional de la Universidad Mayor.
Y es que hasta los más grandes empresarios recurrieron a mentores en sus primeros años. Warren Buffett siguió a Benjamin Graham, George Soros buscó a Karl Popper y Mark Zuckerberg se acercó a Steve Jobs en sus primeros años.
"Hoy, las empresas compiten cada vez más fuerte. Esto, no sólo de manera local, sino que con el extranjero. Los equipos de trabajo y los propios líderes, tienen que ser mucho más flexibles en adaptarse a los cambios, además de innovadores y colaboradores. Para lograr ese objetivo, es fundamental que estas personas reciban inyecciones de motivación permanente, por eso el mentoring y coaching son tan importantes", explica Hernán Leal, empresario y speaker.
El conocimiento que manejan los mentoring en ciertas áreas de la industria, permite proporcionar una ventaja competitiva. Ellos dominan información que nace desde la experiencia, pues con frecuencia se han desarrollado profesionalmente por años en sectores estratégicos de las compañías. Esto les permite aconsejar en distintas temáticas, desde el manejo de relaciones, escalabilidad de dentro de la empresa, manejo de conflictos y negociaciones, entre otros.
"Los coaching y mentoring que funcionan mejor, son aquellos que provocan una experiencia. No los que entregan sólo un servicio estándar. Ellos logran que los trabajadores se involucren y, con eso, generan un cambio", asegura Leal.
Ambas estrategias de liderazgo organizacional, tienen por objetivo el alcanzar el éxito laboral. "Sabemos lo que tenemos que hacer, pero es fundamental potenciar el cómo. El título profesional no necesariamente implica tener las habilidades blandas necesarias para desarrollar un trabajo.
Hoy, la gente se está abriendo cada vez más a estas metodologías", manifiesta López.