El cobre cerró a la baja este jueves en la Bolsa de Metales de Londres, debido a las preocupaciones que se han generado en torno a la recuperación económica global, débiles datos desde China y los comentarios de la Fed en sus últimas minutas.

El metal rojo se situó en US$ 3,98 la libra. Este es un menor nivel desde 1 de abril de este año, y desde ahí que no estaba por debajo de los US$4. En la jornada cayó 4,08% baja que no se registraba desde 4 de marzo. En lo que va de agosto el cobre ha cedido un 10%. De todas formas en el año acumula un avance de 13,4%.

En lo que va de 2021 el precio promedia los US$ 4,157.

Es una tendencia que se viene arrastrando fuertemente en los últimos días. Tiene su origen en varios factores. Primer lugar, datos económicos de China que han sido débiles y por otro lado las actas de la Fed que indican un posible aumento de la tasa de interés antes de lo anticipado. Esto confirma la visión que teníamos cuando se produjo la fuerte alza a comienzos de año, que estaba influido por factores financieros”, dijo el director ejecutivo de Plusmining, Juan Carlos Guajardo.

Desde Capitaria señalaron que “el precio del cobre sigue cayendo con fuerza, después de débiles datos conocidos en China, principal demandante del metal en el mundo, además de la incertidumbre que genera el incremento de casos de coronavirus, lo que impacta en las proyecciones de demanda del commodity y lo ha llevado a cotizar bajo los 4 dólares la libra en sus cotizaciones futuras”.

En este contexto, Álvaro Merino, gerente de estudio de la Sociedad Nacional de Minería (Sonami), explica que la desaceleración del país asiático obedece a “las políticas adoptadas en marzo, particularmente en lo relativo a una disciplina fiscal más estricta y disminución de créditos”. Una toma de decisiones que se vería reflejada en el impacto del gasto tanto en infraestructura como también el sector inmobiliario.

Además, señaló que al observar la caída en el precio del cobre se debe tener presente la inundación que afectó el centro de China en julio pasado, además de la ralentización de las exportaciones “a medida que el impulso fiscal en EE. UU. se desvanece”.

En este sentido, Merino llamó a tener cautela porque, a su juicio, “la futura cotización, junto con los equilibrios de oferta y demanda, dependerá del comportamiento del principal consumidor del metal como es China”.

“El politburó, el principal organismo de decisión del gigante asiático dejó en claro que esta ronda de endurecimiento ha terminado, pero es prematuro lanzar medidas de gran flexibilización”, explicó. Por lo que, según observa, “deberíamos ver una mayor flexibilización de la política solo en el margen, lo que implica una aceleración en la emisión de bonos de los gobiernos locales y una relajación en los controles de producción”.

Los ojos de los inversionistas están puestos además en las minutas de la Fed, y las señales que entregaron al mercado. La Reserva Federal se prepara para reducir su programa de estímulos este año, juzgando que se había avanzado lo suficiente hacia su meta de inflación.

“Las minutas de la Fed dieron cuenta que se podría anticipar el retiro de estímulos monetarios o reducción en la compra de bonos (Tapering), lo que implica menos “oferta” de dólares, produciendo una apreciación multilateral del dólar, es decir, respecto de todas las demás monedas del mundo, incluido el peso chileno, por ello se ajustan las bolsas y en términos relativos cae también el precio de los commodities”, indicó Guillermo Araya de Renta 4.