Las amenazas cruzadas entre las dos mayores economías planetarias pesó más en el desempeño del cobre en los mercados, que la votación a favor de la huelga en Escondida. Según datos publicados por Cochilco, la principal exportación del país se cotizó en los US$2,75 la libra, lo que equivale a un descenso de 1,2% en su segunda jornada de pérdidas.

Esto debido a que el miércoles por la noche la administración de Donald Trump informó que está considerando gravar a US$200.000 millones de importaciones Chinas con aranceles de 25%, en lugar de 10% como se había señalado anteriormente. Ante la subida de tono, el gobierno de Xi Jinping indicó que tomará represalias pertinentes ante la agresión de Estados Unidos, para así "defender la dignidad del país".

"Los mercados nuevamente amanecieron compungidos, de la mano de nuevas amenazas de tarifas a exportaciones Chinas por parte de EEUU. Así, el ánimo de los inversionistas es nuevamente de risk-off (aversión al riesgo), lo que se deja sentir en los commodities que se sitúan a la baja", explica Bci Estudios.

Respecto de la repercusión de una potencial huelga en Escondida, César Valencia, analista de Alpari Research & Analysis, indicó que "su impacto está en duda, ejemplo de esto fue que en los 43 días de paralización el precio cayó de US$2,67 a US$2,64 para comenzar recién a subir con fuerza en julio de 2017 (US2,72). Por lo tanto, el impacto se puede trasladar en unos meses más, cuando los datos reales en una disminución de producción impacten el precio del cobre".

El cobre no fue el único que recibió el impacto del nuevo capítulo de la guerra comercial. El bono del Tesoro a 10 años avanzó hasta alcanzar nuevamente un rendimiento de 3% y aunque Wall Street escapó a las bajas, ayer retrocedieron de manera generalizada los mercados en Asia, con bajas de 2,22% en el CSI 300 y 1,03% en el Nikkei, y en Europa, con un descenso de 1,14% en el EuroStoxx.