El precio del cobre registró un fuerte aumento este martes al reinicio de las operaciones en la Bolsa de Metales de Londres tras el feriado de Semana Santa, en medio de señales de un posible relajamiento en las cuarentenas en algunos países europeos y tras datos de comercio exterior en China que fueron menos negativos de lo esperado que incluso mostraron un repunte en las importaciones del metal.
La cotización al contado del metal subió 3,13% a US$2,32194 la libra, anotando su mayor nivel desde el 17 de marzo.
“Mercados muestran algún repunte tras expectativas de relajamiento de las cuarentenas en Europa y señales de recuperación económica en China. Las Bolsas y precios de metales suben”, señaló Bci Estudios en un informe.
Al respecto detalló que “las cifras de comercio exterior (de China) en marzo retroceden menos de lo previsto, entregando nuevas señales de normalización de la actividad económica".
Las exportaciones de China cayeron un 6,6% interanual en marzo, lo que se compara con proyecciones de un desplome del 14%, mientras que las importaciones cedieron menos de un 1%, frente a la baja del 9,5% prevista por economistas, informó este martes la Administración General de Aduanas.
Alza en importaciones de cobre
En tanto las importaciones de cobre en bruto de China subieron 13% en marzo comparadas con el mismo mes del año anterior ante la reactivación de las fábricas y con una menor oferta de chatarra que aumentó la demanda de otras formas del metal.
Las importaciones de cobre en bruto -incluidos ánodos, productos de cobre refinados y semiacabados- del mayor consumidor mundial del metal rojo, sumaron 441.926 toneladas el mes pasado.
Fue el total mensual más bajo desde octubre, pero es más que las 391.000 toneladas de marzo de 2019 y se compara con las 846.107 toneladas conjuntas de enero y febrero de 2020.
Helen Lau, analista de Argonaut Securities, atribuyó la cifra relativamente alta a una combinación de “escasez de chatarra y el retorno de la demanda”.
Los precios también fueron respaldados por expectativas de un menor suministro en la medida que las mineras han suspendido o reducido operaciones para evitar el contagio del virus en sus trabajadores.