Pese al difícil escenario global, a la incertidumbre generalizada y las malas perspectivas para la mayoría de las economías e industrias, hay un sector que no solo ha conseguido seguir operando con relativa normalidad, sino que también ha vivido una importante recuperación de sus precios.

Se trata del cobre, que tras tocar niveles de US$2 por libra en marzo -que tenía a cientos de faenas operando a pérdidas- ha logrado recuperarse en las últimas semanas, especialmente en junio. Así, desde que tocó su piso el 23 de marzo (con US$ 2,094 la libra), acumula un alza de 25,6% hasta este miércoles. Solo en junio, el incremento agregado llega a 8,8%, cerrando este miércoles en US$2,631 la libra, cotización que no se veía desde 17 de febrero. Si se toma como el inicio de la caída de los mercados el 19 de febrero, el cobre recuperó todo lo perdido. Aunque aún acumula una caída de 5,77% en el año.

Pero, ¿es solo un rebote o se trata de un alza más sólida? Diversos expertos consultados se inclinan más por la segunda opción y sindican a China como el principal responsable de la recuperación. En concreto, la normalización de la industria en ese país, donde el cobre es un insumo clave. Y la expectativa de que la recuperación industrial china siga consolidándose aumenta las esperanzas para el precio del metal.

“Uno de los principales factores que impulsa esta alza es la progresiva normalización de la actividad productiva y comercial de la economía de China. De hecho, el sector manufacturero, principal demandante del metal, registró en mayo el mayor avance desde del comienzo del brote del Covid-19”, asegura el ministro de Minería, Baldo Prokurica.

En esa misma línea, el presidente de la Sociedad Nacional de Minería (Sonami), Diego Hernández, sostiene que las perspectivas de una recuperación de China más rápida de lo que se estimaba, junto con la paulatina apertura de algunas economías como Europa y Estados Unidos, han contribuido a fortalecer el precio del cobre. Sin embargo, advierte que los inversionistas están cautelosos, lo que se manifiesta en que no se han incrementado de manera relevante las posiciones largas de compra de cobre.

Otra señal es el alza de 22% que mostraron las importaciones de concentrado de cobre de China en abril, lo que, según la gerenta general de SignumBOX, Daniela Desormeaux, es algo que no se ha dado en otros mercados. “Es interesante comentar que esto no necesariamente se ha observado en otros metales y commodities, lo que indicaría que en el caso del cobre la recuperación en el precio no solo obedece a un factor de demanda, sino que también a las perspectivas de una oferta más restringida”, señala.

De hecho, los inventarios de la materia prima acumulan un descenso de 25% desde marzo.

El director ejecutivo de Plusminig, Juan Carlos Guajardo, en tanto, agrega como factor el debilitamiento del dólar, lo que apoya la cotización del metal.

Escenario futuro

Sobre qué esperar para el resto del año, el ministro Prokurica cree que, de no mediar más cambios sobre todo en China y los países desarrollados, el cobre tiene altas probabilidades de ubicarse sobre los US$2,5 la libra en la segunda parte de 2020. Además, estima que la curva ascendente que ha mostrado el precio del metal durante junio aumenta las expectativas de que ello ocurra.

Para Guajardo, en la medida de que los riesgos que existen no se materialicen, hay buenas posibilidades de que el precio del cobre regrese a niveles pre-pandemia, en torno a US$2,8- US$2,9 la libra. No obstante, indica que no están todos los peligros despejados. ”Hay riesgos relevantes a observar todavía. Las buenas perspectivas de recuperación deben atravesar aún por la prueba de que no exista una nueva ola de contagios”, agrega.

Menos optimista, es el presidente de Sonami, quien cree que el incremento observado en los últimos días podría no ser sostenible, debido a la incertidumbre respecto de la velocidad de recuperación de China como de la economía mundial, “de modo tal que es probable que se produzcan correcciones y veamos un mercado con alta volatilidad. El nivel de incertidumbre es altísimo y no se puede descartar nada”, concluye.