Una caída de aproximadamente 27 puntos porcentuales en la productividad total de factores (PTF) entre 2004 y 2021, que se traduce en una disminución anual promedio de 1,8%, arrojó el último informe Indicadores de Productividad de la Minería del Cobre en Chile elaborado por la Dirección de Estudios y Políticas Públicas de Cochilco. El reporte entrega también indicadores de productividad parcial del trabajo y del capital.
Respecto de la PTF, el vicepresidente ejecutivo (s) de Cochilco, Joaquín Morales consigna que pueden diferenciarse tres periodos: 2004-2009, en el que se registró un decrecimiento promedio anual en la productividad de 5,9 %; 2009-2016, donde si bien se observó una tendencia negativa, ésta se mantuvo relativamente estable mostrando una tasa promedio de -0,5 %; y 2016-2021, con una tendencia al alza hasta 2020 y una tasa de crecimiento promedio anual de 4,1%, reforzada por la pandemia y la desmovilización asociada, donde de todas formas la industria pudo mantener la producción.
El estudio estima que este aumento moderado a partir de 2016 podría relacionarse con esfuerzos de las compañías por mejorar la eficiencia de sus procesos y contener costos tras el término del súperciclo. Sin embargo, destaca que esta tendencia se rompió en 2021, año en que hubo una caída de 12,9% de la productividad. Así, hacia el fin del periodo la productividad alcanzó valores cercanos a 73% de la PTF de 2004, cuando comenzó el índice en base 100.
Morales agrega que “hay una serie de factores estructurales que las empresas no pueden manejar y que afectan su productividad, entre los que destacan la baja en la ley del mineral y el aumento progresivo de la distancia de acarreo. Mejorar la productividad, con inversión y gestión es clave para preservar la competitividad de la minería en Chile frente a otros distritos mineros en el mundo”.
El análisis −que para el caso de la productividad total de factores contó con una muestra equivalente al 96,8% de la producción de cobre− detectó importantes fluctuaciones en los dos últimos años, con una fuerte e inesperada alza en 2020. Explica que si bien para ese año se esperaba una disminución de la mayoría de los factores y una baja en la producción debido a la fuerte desmovilización de personal ocasionada por la pandemia, la producción nacional se mantuvo relativamente estable por lo que se deduce que para lograr producir un nivel similar con menos personal las operaciones recurrieron a variables como ley o recuperación: “De este modo, en 2020 probablemente las distintas faenas se reenfocaron en zonas de alta ley, ocuparon mineral de stock, y/o tuvieron que recurrir a optimizar los procesos, por ejemplo disminuyendo las paradas de planta. Estas medidas tienen repercusiones en la producción de los años siguientes”. De hecho, los intentos de la industria por “suavizar” la caída en la producción producto de la pandemia, implicaron una caída en la producción en 2021 hasta los niveles más bajos del indicador que obedecieron en gran parte a que se hicieron, por ejemplo, las mantenciones de las instalaciones y equipos postergadas en 2020.
Los datos para este estudio se obtuvieron en 2022 a través de la Encuesta Minera de Producción, Agua y Energía, que el organismo realiza anualmente. Cochilco destaca que la importancia de un monitoreo permanente de los principales indicadores de productividad, junto con una actualización periódica de la PTF, radica en que aún existe mucho espacio para mejorar la productividad y recuperar los niveles perdidos tras el último súperciclo. Y que conocer la evolución de estos indicadores ayuda a identificar las acciones necesarias para mantener la competitividad de la industria. Por lo mismo enfatiza que dado que este informe se construye con información reportada por las empresas, es clave la colaboración de éstas en la entrega de datos de calidad, ya que inciden en las conclusiones y, por ende, en las propuestas de políticas públicas.
Productividad del trabajo
La productividad parcial del trabajo mide la capacidad productiva de las operaciones con la fuerza laboral requerida. Este informe utilizó como medida de producción las toneladas anuales de material movido, procesado o apilado, por área de análisis. No consideró la producción de cobre fino para evitar distorsiones por factores geológicos como ley del mineral, razón estéril/mineral o variables como la recuperación metalúrgica. Respecto de la fuerza laboral, consideró la dotación permanente del periodo, incluyendo tanto a trabajadores propios como de terceros.
La productividad laboral minera (producción dividida por la dotación de trabajadores) promedio tendió a la baja en 2021, mostrando caídas principalmente en mina rajo y áreas de apoyo. El informe explica que en 2020, aún con la desmovilización producto de la pandemia, las operaciones fueron capaces de mantener los niveles de producción con una menor dotación, lo que redundó en que los indicadores de productividad laboral de mina y áreas de apoyo mostraran fuertes alzas; en general se registró un promedio más alto que en 2019. Pero con la normalización paulatina de las dotaciones, en 2021 el indicador volvió a niveles prepandemia en estas áreas y en algunas incluso disminuyó más. Como posible explicación, el informe menciona también que debido a que faenas no dieron la información o no la dieron en forma correcta, se tuvo una muestra con una menos faenas de la gran minería.
En el global, la productividad laboral promedio en 2021 bajó respecto de 2020, mostrando caídas principalmente en mina rajo y áreas de apoyo. Cochilco plantea que se podrían realizar mejoras al indicador, como reemplazar las dotaciones por una medida de horas-persona; pero advierte que para lograrlo “se debe avanzar en la comunicación con las empresas mineras que participan en esta encuesta, para obtener datos suficientemente precisos”. El organismo se queja de que en muchos casos ya es difícil de obtener la dotación de trabajadores por proceso, lo que dificulta el cálculo y análisis: para elaborar el índice de productividad parcial del trabajo contó con una muestra equivalente al 53,4% de la producción nacional.
Productividad del capital
La productividad parcial del capital mide la eficiencia en la utilización del capital físico representado por la maquinaria de cada operación. Para ello se consideran indicadores de disponibilidad de equipos (tiempo en que el activo está disponible) y utilización (tiempo disponible en que el activo es efectivamente utilizado).
La muestra para el cálculo de la productividad de carguío en mina rajo consideró 19 grandes mineras y seis medianas. En promedio los activos de carguío presentaron una disponibilidad de 75,6% en 2021, levemente inferior al promedio 2020 (77,6 %). Al igual que el año anterior, destacaron medianas mineras con algunos de los más altos desempeños: sobre 80%. La diferencia entre las operaciones con mejor y peor disponibilidad de sus activos fue de 49 puntos porcentuales. Además, se observó un comportamiento relativamente homogéneo entre faenas de mediana minería.
En promedio las faenas de la muestra hicieron uso de sus equipos o activos de carguío 70,7% del tiempo disponible, superior a la media de 2020 (61,6%). La brecha de 72,9 puntos porcentuales entre la operación con el mejor nivel de utilización de sus activos y la con el peor desempeño obedeció a la heterogeneidad del indicador en la gran minería.
La muestra para el cálculo de la productividad del transporte en mina rajo incluyó 19 yacimientos de gran minería y cinco de mediana minería. La disponibilidad promedio de los activos de transporte en este segmento alcanzó a 82,7%, prácticamente igual al promedio de 2020 (82,9%). Las dos faenas con mejor índice de disponibilidad corresponden a medianas mineras, con 95% y 89,6 %. La diferencia entre la faena con mejor y peor desempeño fue de 28 puntos porcentuales y de 13,3 si solo se considera la gran minería, bastante menores en comparación a carguío.
En utilización los valores alcanzados son significativamente más homogéneos a los de los activos de carguío, aunque son procesos estrechamente relacionados. En promedio los equipos de transporte se utilizaron 76,5% del tiempo disponible, levemente superior a la media del año anterior (74,4 %). La brecha entre la operación más (92,5 %) y menos productiva (42,2 %) es de 50 puntos porcentuales.
El análisis de la productividad parcial del capital en carguío y transporte en mina subterránea presentó una disponibilidad promedio de 77,7% en 2021, similar a la media de 2020 (76,1 %). El indicador de la faena con mejor índice de disponibilidad (89%) fue 25,7 puntos porcentuales mayor que la con peor desempeño (63,3%). En el caso del indicador de utilización, el promedio fue de 51,2 %, levemente superior a la media de 2020 (48,1 %) y significativamente inferior que el desempeño promedio de los activos tanto de carguío como de transporte en mina rajo.
Respecto de los procesos unitarios con menor productividad parcial de capital, en el caso de la disponibilidad, los con peor desempeño serían carguío y transporte en mina subterránea, seguidos por carguío en mina rajo. En utilización, son esos mismos procesos los que muestran el peor desempeño, ya que su funcionamiento discontinuo, además de las interferencias con equipos auxiliares en el caso del carguío, explicarían parte de las detenciones y mayores requerimientos de mantenimiento, que impactan negativamente en el uso eficiente de estos activos.
En términos generales los indicadores de utilización presentan mayor dispersión, mayores diferencias entre faenas y valores promedio menores que los de disponibilidad, para cada proceso analizado.
A diferencia de los indicadores de productividad laboral, aquí no se observan tendencias relacionadas con la escala de las operaciones.