La que podría ser su última negociación colectiva como presidente del sindicato N°6 de la División El Salvador de Codelco, cerró ayer el histórico dirigente sindical, Raimundo Espinoza, que también ocupa un sillón en el directorio de la estatal en representación de los trabajadores.
Esto, luego que la mayoría de los 632 socios del sindicato dieran por aprobada la misma oferta que ya habían rechazado en el marco de la negociación anticipada desarrollada en junio y que sólo habría registrado un incremento relacionado con el adelanto o préstamo blando.
Dicha oferta consiste en un bono de compromiso de modernización de eficiencia organizacional de $3,3 millones; un bono por término de negociación de $1,7 millones (en 2016, alcanzó los $2,5 millones); y otro por aceptación oportuna de oferta final de $1 millón, los que en su conjunto suman $5,9 millones.
Además se incluyeron otros pagos, como el de la regularización y renovación de las jornadas de trabajo, por $1,2 millón y un anticipo por $1,8 millón, alcanzándose así beneficios por casi $9 millones por trabajador.
El nuevo convenio, además, considera un reajuste salarial de 1% en el sueldo base, incrementos en los bonos de turnos e incentivos en áreas de administración y servicios. Asimismo, alzas en becas relacionadas con escolaridad y bonos indexados a metas de costos directos (c1) de hasta $1,2 millón.
Según datos de Plusmining, los beneficios alcanzados por el sindicato 6, son levemente más altos que los que en promedio han registrado otros sindicatos de Codelco en negociaciones desarrolladas entre 2017 y 2018, las que anotan una media de $7,68 millones por trabajador. Mientras que está lejos del promedio que ha registrado la minería privada en el mismo periodo, por $10,8 millones por trabajador.
Conflicto divisional
Tras la llegada a acuerdo, entre 60 y 70 personas pertenecientes al otro sindicato que coexiste en la división (Potrerillos), decidieron migrar al sindicato 6, en búsqueda de beneficios más inmediatos, dado a que Potrerillos negociará de forma reglada en septiembre, tras no llegar a acuerdo en la negociación anticipada, que desarrolló en conjunto con la organización sindical liderada por Espinoza.
En ese sentido, el presidente del sindicato de Potrerillos, Patricio Elgueta, acusó a la empresa de cometer prácticas antisindicales y de impulsar a los socios al cambio de agrupación, ofreciendo una mejor oferta que la prometida en la negociación anticipada, consistente en un incremento de $500 mil en el pago del ítem adelanto (préstamo blando).
Asimismo, junto al tesorero del sindicato, Waldo Gómez, interpuso una demanda ante la Dirección del Trabajo de la Región de Atacama por prácticas antisindicales.
"Codelco está implementando un mecanismo para generar un quiebre y conflicto entre los trabajadores, con una política del terror", indicó Gómez, criticando también la postura de los dirigentes del sindicato 6, quienes según sus antecedentes habrían incitado a los socios de Potrerillos a concretar el cambio.
Por otro lado, en la tarde de ayer, el sindicato de profesionales de la División Andina de Codelco -que suma 380 supervisores- también votó la oferta que la empresa les presentó en el marco de la negociación anticipada que se inició hace dos semanas, cuyos resultados al cierre de esta edición, aún no estaban cuantificados.
En ese sentido, fuentes consultadas señalaron que la oferta de la compañía fue similar a la que se le hizo al sindicato de profesionales de la División Chuquicamata, consistente en un reajuste salarial de 1% y un bono por término de negociación de $7,2 millones, equivalente al 60% del bono alcanzado en la negociación de 2015, ascendente a $12 millones.
En este caso, también se generaron incrementos en beneficios nobles, relacionados con becas de escolaridad y aguinaldos.
En ese sentido, fuentes sindicales aseveraron que de alcanzarse este acuerdo, éste estaría en línea con la política de austeridad de Codelco y también con los planes de su presidente ejecutivo, Nelson Pizarro, para lograr montos más bajos en las negociaciones colectivas.