Los problemas para la italiana Astaldi parecen no acabar. A la delicada situación financiera que atraviesa en el país europeo -con deudas reconocidas por sobre US$2.000 millones- ahora se activó un nuevo foco en Chile.
Esto, luego que la noche del lunes Codelco ejecutara las boletas de garantía asociadas a dos contratos por obras en los proyectos estructurales Chuquicamata Subterránea y Nuevo Nivel Mina El Teniente, que suman cerca de US$62 millones. Esto dejó virtualmente entre las cuerdas a la italiana, pues según fuentes de la constructora, su posición en el país quedó mucho más complicada.
Por lo anterior, estarían evaluando acudir a la Justicia, toda vez que consideran que han cumplido con todas las exigencias de los dos contratos que actualmente mantienen con la minera: uno relacionado con la construcción de túneles en Chuquicamata Subterránea, por US$460 millones -cuyas obras alcanzan a la fecha el 75% de avance-, y otro, por una menor cuantía en la División El Teniente, que fue adjudicado a fines de 2017. Los abogados de los italianos en Chile son Baker & Mckenzie.
Fuentes de la estatal en tanto, señalaron que el riesgo de insolvencia que presenta la matriz de la constructora sería el motivo que activó el cobro de las garantías, dado que en un escenario de quiebra, tanto en el exterior, como en Chile, Astaldi no podría responder con los contratos. Además, Codelco quedaría "a la cola", es decir en las últimas posiciones para recuperar los montos asociados a las garantías si es que se ejecuta la liquidación de la empresa.
En ese contexto, fuentes de la cuprera precisaron que del total de las garantías, unos US$50 millones estarían en un banco en Italia y contarían con la garantía de la matriz en ese país, mientras que otros US$10 millones no han sido homologados en el proceso de liquidación en el país europeo y se mantendrían en un banco local, dejando a la constructora en riesgo de quiebra en el corto plazo en Chile.
En ese contexto, trascendió, además, que Codelco pagó la semana pasada unos $7 mil millones por servicios devengados a Astaldi, con el fin de tener todas las cuentas al día previo a la ejecución de las garantías.
Reuniones
Pese a lo anterior, ambas partes no han dejado de conversar en los últimos días y han mantenido una serie de reuniones en el edificio corporativo de Codelco, en las que incluso ha participado el número uno de la italiana en Chile.
En dichas citas, las conversaciones estarían inclinadas a alcanzar un acuerdo para firmar un nuevo contrato, que en definitiva quede desligado del proceso que se vive en Europa y de las eventuales contingencias que podrían darse en el país.
La idea, en ese sentido, sería que la italiana no sea el contratista principal y que a la vez se asegure la continuidad de los trabajos relacionadas con Chuqui Subterránea, cuya puesta en marcha, programada para el primer semestre del próximo año, corre riesgos en este contexto.
En ese sentido, una fuente de la cuprera, explicó que existe una serie de contratos que debe iniciarse una vez que Astaldi termine la construcción de los túneles, por lo que un problema asociado a estos trabajos, implicaría que todos los contratos que vienen después, como la instalación de equipos, se vayan atrasando.
Otras opciones. Codelco también miraría, aunque con menos interés, adjudicarle las obras a un tercero. En ese sentido, existen dos versiones: una que indica que tanto un nuevo contrato con Astaldi, como uno con terceros, implicaría sobre costos para Codelco; y otra, que señala que mantener el contrato con la firma italiana, no generaría mayores costos, porque se buscaría un cambio en su administración.
Así las cosas, la ejecución de las boletas de garantía no sólo complica la situación de la italiana con Codelco, también con los ministerios de Salud y Obras Públicas en Chile, dados los compromisos que se mantienen, por ejemplo, con hospitales Félix Bulnes, el Barros Luco y el hospital de Linares, además de un embalse y un observatorio en la zona norte del país.
Rajo Inca avanza su trámite ambiental
Codelco informó ayer que el estudio de impacto ambiental del proyecto de US$ 1000 millones, Rajo Inca, fue declarado admisible por parte del Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEA).
La iniciativa extenderá la vida útil de División Salvador por 40 años, dado a que en el 2021 se agotarán las reservas de sus actuales faenas.
La iniciativa también permitirá, aumentar en 50% su producción respecto de los niveles actuales, aumentando ésta desde las 60 mil toneladas de cobre fino a 90 mil, mediante la explotación a rajo abierto de más de 900 millones de toneladas de nuevas reservas.