El 65% de los 1.700 trabajadores que Codelco necesita sacar de la División Chuquicamata, en el marco de su transformación a una operación subterránea, deberían salir a través de un proceso de jubilación o mediante eventuales planes de egreso alternativos.

Así lo detalló el gerente general de la división, Mauricio Barraza, quien a través de una carta interna dirigida a los trabajadores, enfatizó en el hecho de que "Si Chuquicamata no cambia, desaparece".

"Es efectivo que en los próximos años, la empresa debe reducir la dotación en 1700 personas. Sin embargo, se ha omitido lo que hemos dicho con claridad, que este número de personal, en gran parte, corresponde a cerca de 390 personas que terminan su vínculo laboral (plazo fijo) y del orden de 1.100 que podrían acceder a un proceso de jubilación o a eventuales planes de egreso alternativos, acordes a la realidad del negocio", sostuvo, justo a días de que los trabajadores de cuatro sindicatos de Chuquicamata aprobaran por unanimidad, realizar un paro de actividades, cuya fecha se cree será el 11 de julio, el día de la nacionalización del cobre.

Frente a ello, el ejecutivo añadió que "sorprende el llamado de los dirigentes de los sindicatos 1,2,3 de Chuquicamata y 1 de Antofagasta a sus socios y socias, a paralizarse bajo una serie de supuestos y cuya base sería la 'falta de participación'".

Asimismo, aseveró que la administración trabaja en un proceso de transformación que promueve la empleabilidad, fortalece el negocio y busca hacerlo sustentable.

En esa línea, señaló que la nueva mina subterránea -cuya concreción considera US$ 5.500 millones de inversión- requerirá alrededor de 960 personas, aunque precisó que éstas deberán contar con nuevos perfiles laborales.

"Se pondrá especial énfasis en fortalecer los procesos de reconversión que ya iniciamos con más de 100 trabajadores que se están capacitando en la División El Teniente. Este programa de preselección está avanzando de acuerdo a lo planificado", dijo, haciendo un llamado al diálogo y a aclarar dudas.

"El proceso de transformación es una tarea de todos, una obligación con nuestra historia y con el presente y futuro de Chile. Si Chuquicamata no cambia, desparece", insistió.