La compañía minera más afectada por las lluvias del invierno altiplánico fue Codelco, específicamente sus operaciones del distrito norte, donde no hubo trabajadores lesionados. Sin embargo, ayer la compañía trabajó a toda máquina en lograr que las operaciones vuelvan a la normalidad. De esta forma, el camino público que une Calama con Chuquicamata ya está operativo y con tránsito fluido a través de una vía alternativa.
La cuprera informó que las operaciones de las divisiones Ministro Hales, Gabriela Mistral y Radomiro Tomic se desarrollan "en forma relativamente normal con los resguardos propios de las condiciones climáticas (intermitencia en la operación minera)". De todas formas, enfatizaron que las plantas están operando en forma normal.
En Chuquicamata, en tanto, las instalaciones cuentan con suministro de agua potable y energía eléctrica permanente y estable, mientras que la operación minera estaba en proceso de retomar las actividades. Eso sí, su planta concentradora aún estaba preparando su puesta en marcha, mientras que la gerencia de extracción y lixiviación de la operación que fue afectada por lluvia y el barro, aún no estaba habilitada.
La situación en el proyecto de Chuquicamata subterránea es más compleja, dado que aún se están desarrollando obras para recuperar el suministro eléctrico y reiniciar las actividades. Dado el colapso del campamento de la Vicepresidencia de Proyectos, Codelco programó el cese anticipado de los trabajos de un grupo de funcionarios, cuyas habitaciones resultaron afectadas por las lluvias.
Por otro lado, desde la compañía minera Freeport señalaron que El Abra se encuentra paralizado "debido a inusuales condiciones climáticas".
"Nuestro foco ha estado en la seguridad de las personas, evaluar los daños generados por esta situación y despejar caminos que nos permitan acceder a las instalaciones en forma segura. No tenemos pronóstico de reinicio de actividades operacionales, toda vez que se pronostican condiciones climáticas adversas en la zona", añadieron.