Codelco tomó una drástica decisión tras registrar dos fallecimientos de trabajadores en sus proyectos de expansión. La estatal definió suspender todas las actividades asociadas a la vicepresidencia de proyectos hasta concluir el proceso de revisión de los controles de seguridad en Chuquicamata Subterránea y Rajo Inca, informó Reuters.
“Se inició el proceso de detención de todas las actividades operativas de los proyectos” de la Vicepresidencia de Proyectos, dijo la estatal a la agencia. “Se reiniciarán una vez que se haya revisado el correcto cumplimiento de los controles de seguridad en cada faena”, agregó.
Como pocas veces antes, la minera registró dos accidentes fatales en un plazo de diez días. El domingo 10 de julio se produjo el fallecimiento del trabajador Rubén Francisco Trigo Escobar, de 50 años, padre de dos hijas, que pertenecía a la empresa Consorcio Belaz Movitec. El hecho ocurrió mientras realizaba labores en el proyecto Rajo Inca, ubicado en División Salvador.
El accidente había provocado la suspensión inmediata de las faenas y el inicio de una investigación para determinar las causas del suceso.
Este miércoles sumó un nuevo accidente, esta vez en Chuquicamata Subterránea. El accidente terminó con la vida de Sebastián Andrés Méndez Castro, de 32 años, trabajador de la empresa Consorcio Ossa Pizzarotti, de la vicepresidencia de proyectos para Chuquicamata Subterránea.
Según informó la estatal por medio de un comunicado, el accidente ocurrió aproximadamente a las 09:00 horas, en circunstancias que el trabajador se encontraba desarrollando actividades de mantenimiento, en el túnel 15 de inyección del proyecto subterráneo.
Sernageomin ya había ordenado la paralización de obras de la ampliación Rajo Inca, de la pequeña división Salvador, por irregularidades detectadas tras los hechos del 10 de julio.
Un solo accidente en 2021
Los fallecimientos de dos trabajadores significan un duro golpe para la estatal, que durante el año pasado sólo registró un accidente fatal. El hecho ocurrió en enero de 2021 en la División Chuquicamata. En su última memoria anual, al referirse a ese accidente, la compañía reafirmaba “su compromiso con la seguridad como valor fundamental en su quehacer y con la aspiración de erradicar los accidentes fatales” y anunciaba que para ello, había decidido “reenfocar su estrategia de seguridad, dando mayor foco y relevancia a los riesgos críticos, y seleccionando los controles preventivos y mitigadores que correspondan”. Todo, considerando la aplicación de la metodología Bow Tie, una metodología utilizada para describir y evaluar la ruta de un riesgo, ampliamente utilizada en la minería.
Los accidentes fatales son poco frecuentes para Codelco. El lunes recién pasado, el presidente del directorio, Máximo Pacheco, dijo ante la Comisión de Minería y Energía de la Cámara de Diputados que “en los últimos diez años hemos tenido en promedio dos accidentes fatales al año, lo que claramente es una deficiencia estructural que tenemos y que sabemos que la tenemos”.
“Sabemos que nuestra actividad minera es una actividad de riesgo pero también sabemos que se puede y se debe desarrollar sin accidentes fatales (...) Sabiendo que estamos en una actividad que tiene riesgos, también sabemos que tenemos un compromiso con que Codelco sea una empresa de cero fatalidad, y eso no lo hemos conseguido pero estamos luchando incesantemente por ello”.
En la ocasión, Pacheco aseguró que viajaría este miércoles, junto al actual presidente ejecutivo subrogante, André Sougarret, a la División Salvador, para interiorizarse de la investigación en curso tras el primer accidente.
Chuquicamata Subterránea y Rajo Inca son parte de los proyectos estructurales de la minera estatal. Según reportó en su última memoria, la vicepresidencia de proyectos cifró en US$ 1.226 millones la inversión 2021 de sus cuatro proyectos estructurales, donde también se contabilizan Traspaso Andina y Cartera de Proyectos Teniente. El monto representó el 45% de la inversión total de 2021 (U$S 2.721 millones).