A penas expirado el periodo de seis meses tras la apertura el Bolsa en mayo, que impedía a los inversionistas originales vender sus acciones, el cofundador y ex presidente ejecutivo de Uber, Travis Kalanick, comenzó una retirada a toda velocidad de la compañía.
Desde el 6 de noviembre, el todavía socio de Dara Khosrowshahi, actual CEO de la gigante de transporte, ha vendido más de US$2.500 millones de acciones, lo que equivale al 90% del total de sus activos en Uber. De hecho, solamente la semana pasada se deshizo de US$383 millones, de manera que su participación restante se acota a US$250 millones.
La determinación de Kalanick, quien perdió el liderazgo de la empresa en 2017 por decisión del directorio, deja en duda su continuidad en el directorio, mientras que se interpreta como un voto de desconfianza a la administración actual.
Para nadie son desconocidas las dificultades que ha tenido la empresa para convencer en Wall Street. En su jornada de estreno, el 11 de mayo, sus papeles retrocedieron 7,6% desde un valor de US$45 por acción. Las cosas no mejoraron con el tiempo, pues ahora la caída acumulada es de 33% con un valor de US$30,7 por acción.
Otras dificultades
Adicionalmente, aunque en el tercer trimestre consiguió superar las previsiones, sus resultados se mantienen en terreno de pérdidas, las que llegaron a US$1.200 millones en dicho periodo.
A estas dificultades propias de sus finanzas, se agregan los líos legales en lo que se ve envuelta la compañía recurrentemente. De hecho, sólo ayer la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) de Colombia determinó la suspensión de los servicios de Uber en el país.
La SIC "resolvió la demanda interpuesta por Cotech S.A. (una plataforma de servicios de taxi) en contra de Uber BV, Uber Technologies INC y Uber Colombia S.A.S., y determinó que estas últimas incurrieron en actos de competencia desleal por violación de normas y desviación de clientela".
A principios de este mes, en tanto, Londres suspendió la licencia de la compañía, alegando que Uber no había verificado adecuadamente las identidades de los conductores, ni había salvaguardado el servicio para los pasajeros.