Toda crisis -social, política o sanitaria- ha demostrado ser el punto de partida para grandes innovaciones y transformaciones, que además de aportar las soluciones a ciertos problemas, han impulsado nuevos paradigmas en la manera de hacer las cosas.
La actual emergencia sanitaria no sólo ha afectado a millones de personas en el mundo, sino que ha puesto a prueba a todos los sistemas de salud; incluso los más fuertes. Para poder hacer frente a este gran desafío, los países han tenido que destinar una parte importante de recursos que, muchas veces, incluso superan fácilmente su crecimiento económico. Sumado a lo anterior, y pese a que la Salud ocupa un porcentaje del PIB cada vez mayor en los países, hay estudios que señalan que hay importantes ineficiencias en los gastos asociados.
La OCDE estima que en 2019, casi el 20% de las hospitalizaciones de los países que pertenecen al organismo eran evitables, equivalente al 1,5% del gasto total en salud. Asimismo, señala que cerca de ⅓ de los recursos invertidos son desperdiciados producto de la fragmentación o duplicidad de gobernanza, financiamiento y provisión de servicio. En Chile por ejemplo, esta ineficiencia está representada en el uso de pabellones, revelada en un informe de la Comisión Nacional de Productividad, que mostró que la tasa de utilización es de 4.8 horas por día, de un total de 9 horas posibles.
¿Qué buscamos entonces? Que los grandes avances que han venido de la mano de la innovación y las nuevas tecnologías aplicadas a la ciencia, sean accesibles para todos, mejorando la calidad de vida de quien sea que los necesite. Para ello, resulta indispensable la generación de espacios de diálogo que permitan incorporar las distintas perspectivas de todos los actores claves, y aunque difícilmente es posible “importar” e implementar un modelo puro, este es punto de partida necesario para entender hacia dónde queremos que transite nuestro sistema de salud.
Hasta ahora, hemos sido testigos del gran esfuerzo que está realizando nuestro personal de salud que, en un sistema sobreexigido, mantienen su compromiso con la ciudadanía en largos y extenuantes turnos con el único objetivo de salvar vidas. Esta innegable voluntad ha contado con el respaldo de académicos, investigadores, funcionarios públicos y empresarios, quienes también luchan desde otros frentes con esta pandemia, y que más allá del tiempo, las cifras y rebrotes, nos ha demostrado que nada se puede superar con esfuerzos individuales.
A partir de las experiencias que nos ha entregado esta pandemia, hemos comprendido que es tiempo de actuar unidos, proyectando una nueva forma de relacionarnos en sociedad, desde la colaboración radical y la conexión con la realidad y necesidades de Chile. Vienen tiempos difíciles: sin duda, el menor crecimiento económico limitará los avances para lograr una cobertura universal de salud, limitando aún más el acceso para tratamientos de alto costo. En este escenario, resulta fundamental generar instancias de encuentro y diálogo, para luego pasar a un modelo colaborativo transversal que incluya a representantes de la salud desde el mundo público, privado, la academia y organizaciones sociales. Juntos, debemos construir las propuestas sobre cómo financiamos el gasto, buscando avanzar hacia un sistema que, por una parte, entregue más y mejores atenciones de salud para los pacientes, y a su vez pueda financiarse de manera sustentable.
Desde Roche, hemos llevado al límite nuestra capacidad de respuesta hacia los sistemas sanitarios no solo en Chile, sino que también en toda América Latina, donde la crisis del Covid-19 ha pasado por momentos tremendamente difíciles. Y en medio de estos esfuerzos, se ha gestado junto a la Pontificia Universidad Católica, y su Facultad de Medicina, la oportunidad de juntos crear un espacio de encuentro y diálogo entre los más diversos actores del ámbito de la salud, además de importantes representantes del mundo público y privado en Chile, para juntos a trazar los primeros pasos para la transformación de la práctica clínica que sitúe a los pacientes en el centro de todas las decisiones. La batalla es hoy, por el presente y el futuro de todos.
*El autor es gerente general de Roche Chile.