La desigualdad de género en el mercado laboral es un hecho recurrente en todo el mundo. Las mujeres enfrentan brechas salariales significativas, barreras de acceso y limitaciones en el desarrollo de sus oportunidades en el mercado del trabajo. Uno de los factores que contribuye a esta desigualdad es la maternidad. La evidencia internacional muestra que, relativo a los hombres, tener hijos tiene un efecto negativo en los ingresos y las trayectorias laborales de las mujeres, lo que se conoce como “multa por hijo(a)”.
Una serie de trabajos liderados por los economistas Henrik Kleven y Camille Landais, muestra que la multa es significativa y que explica una parte importante de la desigualdad de género que se observa en los resultados laborales. Adicionalmente la multa es persistente en el tiempo y sigue presente después de más de 10 años del nacimiento del primer hijo/a. Este problema no es aislado y se observa en países con diferentes regulaciones laborales y normas sociales. Estas multas varían del 21% al 16% en países escandinavos (Dinamarca y Suecia), del 31% al 44% en países de habla inglesa (Reino Unido y Estados Unidos) y del 51% al 61% en países de habla alemana (Alemania y Austria).
Para analizar la magnitud de este fenómeno en Chile, utilizamos datos de investigación del Ministerio de Desarrollo Social y Familia, accesibles de forma confidencial a través de RIS Investigación. Gracias a esta importante iniciativa, podemos construir datos anónimos con información laboral de madres y padres, junto con las fechas de nacimiento de sus hijos/as. De esta manera, podemos observar la trayectoria laboral de padres y madres antes y después del nacimiento del primer hijo/a.
Al examinar la probabilidad de estar empleado/a, la evidencia muestra que la trayectoria de hombres y mujeres es similar hasta 9 meses antes del nacimiento del primer hijo/a. A partir de ese momento, la probabilidad de empleo comienza a aumentar para los hombres y a disminuir para las mujeres. Veinte meses después del nacimiento, la brecha en la probabilidad de empleo entre hombres y mujeres es de aproximadamente 15 puntos porcentuales. Además, la probabilidad de estar empleado/a en el sector público se mantiene constante para los hombres y disminuye ligeramente para las mujeres. En este caso, veinte meses después del nacimiento, la brecha en la probabilidad de empleo entre hombres y mujeres es de aproximadamente 2 puntos porcentuales, lo cual es significativamente menor que la brecha en el sector privado.
Posteriormente, examinamos los efectos de la maternidad/paternidad en los ingresos laborales. Nuestro análisis muestra que los ingresos de hombres y mujeres, tanto en el sector público como en el privado, siguen una dinámica similar a la observada para la probabilidad de empleo. Veinte meses después del nacimiento del primer hijo/a, los ingresos laborales de las mujeres han experimentado una disminución del 35% en el sector privado y del 20% en el sector público.
La evidencia demuestra que la maternidad tiene importantes efectos en las oportunidades laborales de las mujeres. Además, nuestros resultados indican que estos efectos negativos son más pronunciados en el sector privado que en el sector público. ¿Qué explica la diferencia de la multa por hijo entre ambos sectores? ¿Qué aprendizajes son extrapolables para iluminar políticas públicas que permitan reducir/cerrar esta brecha? ¿Cómo afecta la participación laboral de las madres y padres al desarrollo de sus hijos e hijas? Todas estas son preguntas que buscamos resolver en los próximos pasos de nuestra investigación.
*Los autores de la columna son subdirector del Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social (COES); académico del Departamento de Ingeniería Industrial de la Universidad de Chile; y profesor adjunto de Economía en la Columbia Business School.