Según datos de la Comisión de Valores de Estados Unidos, los primeros seis meses del 2022 la palabra “metaverso” apareció más de 1.100 veces en distintos documentos regulatorios. Este es solo un ejemplo, que da cuenta de una tendencia mundial de la industria tecnológica, que avanza sostenidamente: el metaverso. Pero, ¿qué significa este concepto tan de moda? Es la convergencia de dos ideas que han existido durante muchos años: la realidad virtual y una segunda vida digital. Así, este nuevo plano permite desdibujar los límites de la educación, la salud, los gobiernos y las soluciones infinitas en prácticamente todas las industrias.

Hace algunos días fuimos testigos de uno de los encuentros más importantes de divulgación científica: el Congreso Futuro. Ahí, bajo el eslogan “Sin Límite Real”, expertos de todo el mundo se dieron cita para analizar qué es lo que viene. Uno de ellos, José María Lassalle, director del Foro de Humanismo Tecnológico de Esade, analizó el impacto que tendrá en la vida humana la masificación del metaverso. Lassalle pronosticó que en 2026, un cuarto de la población de Europa estará conectada al metaverso al menos una hora al día. Un ejemplo de cómo podría revolucionar nuestro devenir como especie, es que el cuerpo humano ya está comenzando a analizarse desde su interior de manera virtual. Los médicos e investigadores están mirando a las células cara a cara, para analizarlas y lograr avances significativos para la cura de determinadas enfermedades.

¿Cómo se vislumbra el escenario metaversiano en Chile? Un estudio de la consultora Accenture aseguró que el 85% de los ejecutivos locales está de acuerdo con que hoy se debe impulsar el mundo virtual para mantenerse competitivos. También indicó que las empresas chilenas son las que más están investigando sobre el metaverso en la región, con el 57%.

La masificación del metaverso está a la vuelta de la esquina. Por ello, una de las banderas de lucha de Lassalle y de muchos otros empieza a tomar fuerza: generar un marco regulatorio que permita un desarrollo saludable en que valores fundamentales como los derechos humanos sean respetados. El experto enfatizó en que, si bien el metaverso trae consigo innumerables oportunidades y desarrollo a todo nivel, se deben resguardar aspectos como la protección de información personal, propiedad intelectual y salud de grupos vulnerables como los menores de edad. Comenzar hoy a delinear el futuro es una oportunidad que nos permitirá aprovechar al máximo los beneficios de las nuevas tecnologías.

El desafío ya está sobre la mesa. La invitación ahora es a que el mundo privado, público y académico unamos fuerzas, miremos la experiencia internacional, hagamos nuestro propio análisis y cimentemos el camino hacia una sana convivencia que nos permita sacar lo mejor de los datos para generar herramientas y soluciones que nos entreguen un mejor desarrollo del metaverso.