Columna de Pamela Méndez: “Sostenibilidad en el 2024: mirada a las tendencias, desafíos y herramientas”
"Las empresas deben adoptar una visión holística de los riesgos climáticos, mejorar la divulgación financiera relacionada con estos riesgos y responder a las expectativas de inversores y reguladores para una mayor transparencia".
Las empresas enfrentan desafíos cruciales en el contexto del cambio climático que requieren una atención urgente y estratégica. Uno de los más significativos es la necesidad de adoptar una visión holística de los riesgos climáticos. Esto implica no sólo comprender los riesgos físicos, como inundaciones, tormentas y sequías, que pueden afectar sus operaciones y activos, sino también los riesgos relacionados con la transición hacia una economía baja en carbono y la adaptación a nuevos marcos regulatorios y tecnologías. En este contexto, el Barómetro Global de Divulgación de Riesgos Climáticos de EY destaca que, si bien las compañías han mejorado la cobertura y calidad de sus divulgaciones climáticas, aún existen obstáculos.
En este sentido, la introducción de las normas IFRS del ISSB marca un hito en los avances regulatorios para mejorar la reportabilidad. Las primeras dos normas IFRS, IFRS S1 y IFRS S2, establecen requerimientos fundamentales para comunicar información relacionada con los riesgos y oportunidades de sostenibilidad que podrían afectar las proyecciones financieras de las empresas a corto, mediano y largo plazo. Estas normas se basan en los cuatro pilares fundamentales del Task Force on Climate-related Financial Disclosures (TCFD) y buscan aportar a la unificación del lenguaje entre la información financiera contable y de sostenibilidad para una mayor transparencia en la toma de decisión de los inversores.
Por otro lado, a medida que crecen las exigencias, han aumentado las herramientas, por lo que las empresas continúan en su camino para adoptar nuevas metodologías y tecnologías que permitan enfrentar los desafíos climáticos y mejorar la divulgación de información sostenible. Ejemplo de ello es el CDP (ex Carbon Disclosure Project), una de las herramientas más importantes para medir y divulgar emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI). Este recopila datos de miles de empresas y los comparte con inversores, compañías y gobiernos para evaluar y comprender el impacto climático de la actividad empresarial. Asimismo, la Science Based Targets initiative (SBTi) es una herramienta esencial para guiar a las empresas en el establecimiento de objetivos de reducción de emisiones de GEI de manera científicamente fundamentada. La SBTi proporciona criterios rigurosos y basados en la ciencia para determinar qué objetivos de reducción de emisiones son consistentes con mantener el calentamiento global por debajo de 1,5 °C o 2 °C en comparación con los niveles preindustriales.
En conclusión, las empresas deben adoptar una visión holística de los riesgos climáticos, mejorar la divulgación financiera relacionada con estos riesgos y responder a las expectativas de inversores y reguladores para una mayor transparencia. La implementación de normas y herramientas como el ISSB, el CDP y la SBTi desempeñan un papel importante en este proceso sumado a la colaboración de toda la sociedad.
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