El cambio climático es una realidad y si bien no podemos retroceder en el tiempo, sí podemos hacer crecer los bosques, revivir las fuentes de agua y recuperar los suelos. Así lo afirmó el lema “Nuestras tierras. Nuestro futuro. Somos la Generación Restauración”, del reciente Día Mundial del Medio Ambiente. Somos los responsables de asumir la urgencia por detener la pérdida de biodiversidad.

La meta de “Naturaleza en Positivo para 2030″ del Marco Mundial de la Diversidad Biológica (GBF por su sigla en inglés) de Kunming-Montreal es detener y revertir la pérdida de biodiversidad para dicho año, considerando 2020 como línea base, mediante mejoras cuantificables en la salud, abundancia, diversidad y resiliencia de especies, ecosistemas y procesos naturales. Este marco ofrece un enfoque integral para que los países detengan y reviertan la pérdida de naturaleza, y sirve de guía respecto de cómo las empresas pueden contribuir a los objetivos globales, nacionales y locales.

Las grandes empresas mineras, miembros del Consejo Internacional de Minerales y Metales, adherimos a los principios de este marco y asumimos su enfoque para contribuir a un futuro positivo para la naturaleza.

En Anglo American, sabemos que la minería juega un rol fundamental en la lucha contra el cambio climático, entregando metales y minerales necesarios para la transición energética y la reducción de las emisiones de carbono. Es por esto que nos hemos propuesto ser carbono neutral a 2040 y alcanzar un impacto neto positivo en biodiversidad a 2030, ratificando, además, que la prioridad en el consumo de agua siempre la tienen las personas.

Como responsables de las tierras en las que operamos, nuestras compañías tienen la obligación de comprender su huella, y no solo mitigar el impacto negativo, sino que maximizar las oportunidades de contribuir a la generación de resultados positivos para la naturaleza.

Pero eso no basta. La situación es tan dramática y el desafío es tan grande, que la obtención de resultados satisfactorios requiere de la colaboración de todos los sectores de la sociedad.

La actualización de la Estrategia Nacional de Biodiversidad ofrece la oportunidad de llevar la voz de las empresas a la conversación a través de una plataforma para facilitar un diálogo constructivo en apoyo de la implementación del GBF, fomentando la participación, el compromiso y la apropiación por parte de la comunidad empresarial y financiera desde las primeras etapas de diseño e implementación.

El Plan Empresarial de Biodiversidad será presentado en la próxima Conferencia de la ONU sobre Biodiversidad, y ubicará a Chile como el cuarto país del mundo en implementar acciones de estas características. Se trata de un paso importante, no obstante, es indispensable avanzar de forma paralela en todos los aspectos que nos permitan, de manera conjunta, seguir mitigando los devastadores efectos del cambio climático. Mi conclusión es clara: la única forma de ganar esta batalla es a través de la colaboración.