Comercio se alista para marzo: anticipa un descenso de las ventas y ajusta importaciones

La expectativa de un rebrote de la violencia en marzo, mes para el que ya hay cerca de 25 convocatorias a movilizaciones -según Carabineros-, ha generado algunos cambios en la operación diaria del sector comercio, en temas como el abastecimiento, la logística y la seguridad.

Lo cierto sí es que a partir de lo ocurrido en octubre, y tras los cientos de saqueos a diversas tiendas -especialmente supermercados-, la industria ha venido realizando algunos cambios, reforzando la fachada de los locales, los accesos y la vigilancia nocturna, entre otros aspectos.

"Si bien los últimos meses se han adoptado una serie de medidas para garantizar la seguridad de clientes y colaboradores, existe preocupación por cómo se podría ver afectada la cadena de abastecimiento ante nuevos hechos de violencia. Esto, considerando el importante rol social que cumplen los supermercados especialmente en localidades donde no existen más alternativas de abastecimiento de productos básicos", relatan desde uno de los grandes actores de la industria supermercadista en el país.

¿En qué ajustes está trabajando el sector? En la industria son reacios a develar este tipo de datos, pues consideran que se trata de aspectos estratégicos. Sin embargo, en la Cámara de Comercio de Santiago (CCS), que agrupa a unas 2.400 empresas grandes, medianas y pequeñas del sector, aseguran que a partir de octubre los principales ajustes se han venido dando en los planes de aprovisionamiento, con una reducción de las importaciones para hacer frente a los cambios en el consumo. Y que eso se reforzará a partir de marzo.

"A partir de fines de octubre las empresas del sector se han ido adecuando a un escenario que, independientemente de lo que ocurra en marzo, será en general más complejo para el consumo. La caída en las ventas del último trimestre, la pérdida de infraestructura física y la fuerte caída en las expectativas de los consumidores se han traducido en una corrección en las previsiones de ventas, ante lo cual las empresas han ajustado sus planes de aprovisionamiento, disminuyendo, por ejemplo, la demanda de importaciones, con el objeto de equilibrar inventarios", asegura George Lever, gerente de Estudios de la CCS.

Según el experto, toda la logística que alimenta este proceso en consecuencia se ha ido ajustando a las nuevas necesidades, considerando también que el comercio electrónico mantiene gran dinamismo y le pone presión permanente a la última milla.

"Enero y febrero han marcado números azules en algunas categorías, además de la temporada de vestuario y útiles escolares, y para marzo la previsión es más conservadora, debido a la expectativa de rebrote en los niveles de incertidumbre", complementa Lever.

Respecto a los indicadores de ventas, las cifras de la Cámara Nacional de Comercio (CNC) de ventas presenciales en Santiago reflejan un cambio importante a partir de octubre, que solo vino a profundizar una tendencia en un año donde el auge del e-commerce, sumado al menor consumo producto de la desaceleración que ya venía mostrando la economía, habían afectado el dinamismo de la industria.

Así, las ventas presenciales en Santiago sufrieron una baja real en diciembre de 4,8% anual en términos de ventas total presenciales, completando con una baja de 4,4% real anual en locales equivalentes.

"El segundo semestre del año las ventas del sector marcaron una fuerte baja de 7,4% real anual influida por el último trimestre que evidenció un descenso de 13,1% producto del estallido social del 18 de octubre", señaló la CNC en su último informe de ventas.P