Donald Trump ha participado de un total de 31 actos de campaña de cara a las elecciones legislativas de EEUU, recorriendo más de la mitad de los estados de su país. Esta agenda seguirá activa de aquí a los comicios del martes 6 de noviembre, después de todo el mandatario estadounidense se juega, en la capacidad que tengan los republicanos de retener su supremacía en el Congreso, la libertad con la que ha actuado en diversas áreas, incluyendo la económica.

Aunque el oficialismo tiene prácticamente asegurada su mayoría en el Senado, donde se renueva sólo un tercio de sus integrantes (35 de 50), en la Cámara de Representantes los demócratas tienen importantes opciones de derrotar al partido de Trump. Con el total de los 435 asientos en juego, las últimas encuestas muestran que la oposición tiene una clara ventaja en 206 escaños, frente a los 198 que dominan sus rivales. Se trata de una elección absolutamente abierta, considerando que los sondeos recopilados por Real Clear Politics dan un empate técnico en 31 plazas.

Pelea por el presupuesto. Para un presidente cuyos logros han sido esencialmente económicos, como una tasa de desempleo de 4% y un crecimiento en torno al 3%, no son buenas noticias que la oposición se quede con la Cámara Baja. "Si los demócratas ganan la mayoría, especialmente en la Cámara, se afectará de una manera fundamental al gobierno de Trump", señala desde Washington Patricio Zamorano, director ejecutivo de la consultora Infoamericas.info, detallando que ahí es donde se "ve el presupuesto y la forma en que se gasta el Tesoro Público".

Zamorano explica que se podrían "distorsionar las políticas" del Jefe de Estado. "Si bien el Congreso no puede bloquear decretos presidenciales, sí los puede frenar, porque ven el presupuesto que se requiere para su implementación", indica.

Una opinión similar tiene el analista de Cato Institute, Juan Carlos Hidalgo, quien plantea a PULSO que una Cámara dominada por los demócratas "haría más difícil la aprobación de proyectos de ley que tienen que ver con materia presupuestaria". Por eso, ante una derrota de Trump, asegura que sería probable "un escenario de mayor confrontación, aumentando significativamente las posibilidades de un cierre de gobierno".

Más incertidumbre. En ese marco, los resultados de los comicios legislativos pueden añadir más dosis de incertidumbre a los mercados, que ya enfrentan una ola de venta, la cual le ha costado al S&P 500 una baja de 5% en lo que va del mes.

A los inversionistas no les preocupa solamente el efecto que tendría el rebalance de poder entre demócratas y republicanos en las políticas promercado de Trump. Hay otro riesgo, de orden político, que puede desestabilizar el panorama.

"Afecta la posibilidad de un impeachment, ya que los demócratas tienen que controlar la mayoría simple de la Cámara para iniciar un juicio de acusación política contra el presidente", explica Zamorano, quien de todas maneras aclara que es el Senado el que tendría que aprobar una resolución de culpabilidad, con dos tercios, para destituir al presidente.

En ese marco, analistas de Barclays intentaron dilucidar si la proximidad de las elecciones ha aportado condimentos a la reciente baja de Wall Street. Si bien plantean en un informe a sus clientes que el "bache" bursátil podría ser indicativo de que el incierto evento electoral está siendo "valorando en el mercado", la profundidad del descenso pone en duda esa tesis. De esta manera, subrayan que "dado el alto nivel de volatilidad actual, es difícil de discernir la volatilidad" que representa este proceso electoral.