“No comprometer recursos en el holding LATAM, sino que concentrar recursos y/o esfuerzos en dar continuidad al servicio con las empresas locales que están operando en Chile o con alternativas extranjeras”, fue la conclusión de la Comisión Económica del Partido Socialista tras analizar el caso de la aeronáutica.
Sostuvieron que al hablar del rescate de grandes empresas se requiere mucha precisión en los términos y definiciones considerando que los recursos son escasos, y hay muchas necesidades que pueden ser financiadas con los mismos. Y entre esos conceptos menciona la calidad de empresa estratégica y viable.
“Es indudable que el servicio de transporte aéreo es imprescindible para la economía chilena. Sin embargo, no es tan evidente que, en particular, la empresa LATAM sea estratégica o imprescindible, ya que aproximadamente el 50% del tráfico de pasajeros lo realizan otras líneas y/o probablemente lo pueden asumir con relativa rapidez, tanto en su versión internacional como nacional. Incluso comprándole instalaciones a la misma LATAM y recontratando buen parte del personal que ésta desvinculó”, indica el documento de la Comisión que integra Álvaro Díaz y Hernán Frigolett.
Además advierten que el Ministerio de Hacienda presenta el caso del holding LATAM como si sólo se tratara de la operación local del conglomerado cuando “estamos hablando de la quiebra de LATAM Finance Ltda., ubicada en una casilla de correos de Grand Cayman, que compromete a los activos de LATAM Airlines Group y sus 29 filiales”.
Por ello creen que se debe reformular la política separando la filial local y que se “excluya de toda posible ayuda a empresas cuya sede financiera se sitúa en alguno de los paraísos fiscales”.
No obstante, como principio la comisión económica no está de acuerdo en salvar con dineros fiscales a estas compañías.
“En general las grandes empresas, sobre el millón de UF de ventas, pueden conseguir créditos en el sistema bancario nacional con aval de sus propios dueños o controladores principales, o holdings, sin necesidad de aval estatal. Sólo se requiere apoyar a las empresas imprescindibles, que no tienen sustituto alguno en el corto ni mediano plazo, por lo que hay reales problemas de continuidad de la operación y donde no hay opciones de financiamiento alternativo al estatal. En esos casos el apoyo es con participación de capital y con cargos en el directorio”.
Finalmente manifiestan que no se pueden dar más facilidades a estas firmas que las ayudas que se otorga a las MIPYMES, “pues han tenido altas ganancias en el pasado reciente, sus propietarios han pagado pocos impuestos y tienen espaldas financieras”.