"No podemos estirar más el chicle". Con esta frase el presidente de la Comisión de Trabajo, diputado Raúl Soto (DC) debió ceder a su intento de postergar la votación de la reforma previsional, tras reunirse con los ministros de la Secretaría General de la Presidencia, Gonzalo Blumel, y del Trabajo, Nicolás Monckeberg.
En la oportunidad, los secretarios de Estado le explicaron lo que ya se sabía: que el Ejecutivo no renovaría la urgencia, por ende si la Comisión no procedía a votar la idea de legislar, el articulado se trasladaría a la sala de la Cámara de Diputados para que se pronunciara.
"Me veo en la obligación" de citar a la Comisión de Trabajo de Seguridad Social para mañana a las 09:00 horas para votar la idea de legislar de la reforma", informó Soto.
La estrategia del parlamentario era seguir el mismo camino de la Reforma Tributaria, cuando antes de votar la idea de legislar la oposición negoció con el gobierno algunos "mínimos comunes", logrando que La Moneda concediera algunos temas. No obstante, igualmente la oposición no votó en conjunto ya que la DC apoyó al gobierno tras una negociación liderada por la directiva de la falange.
Tras ese episodio el gobierno dejó entrever que no se enfrascaría en una negociación anticipada con la oposición para los siguientes proyectos, lo cual estaría concretando en esta oportunidad.
¿Contrapropuesta?
Soto recordó que la oposición realizó un trabajo técnico que derivó en 10 mínimos comunes que esperaba que el gobierno respondiera hoy antes del inicio de la Comisión que está fijado para las 9 horas.
Soto ayer manifestó que existía un "compromiso" del gobierno de entregar mañana una propuesta que le permitiría a la oposición que es mayoría en este grupo especializado, reevaluar su voto.
"Si no sucede (que llegue una propuesta) el resultado de la votación es incierto", acotó; no obstante tampoco se comprometió a apoyar cualquier contra planteamiento: "Si no estamos conformes con la respuesta, vamos a rechazar (el proyecto), esa es una decisión que se ha conversado, pero lo evaluaremos con propuesta sobre la mesa. Es importante que nos den señales".
Sin embargo, consultado el Ejecutivo respecto de la posibilidad de entregar una respuesta al documento opositor, fuentes conocedoras de la reunión afirmaron que no hay ningún compromiso de ese tipo, "no está en el radar" comentaron.
De acuerdo a algunas fuentes legislativas, para el gobierno el mejor escenario sería que la comisión rechazara el proyecto y lograr, luego, la aprobación de la Sala de la Cámara para seguir debatiendo el articulado. Ello, porque a La Moneda le permitiría generar un discurso responsabilizando a la oposición de no querer avanzar en el aumento de las pensiones básicas.