La próxima semana continuará la discusión de la reforma previsional en el Senado, donde el tema de debate de este lunes estuvo centrado en la propuesta de la oposición, que plantea que el 6% de cotización adicional vaya a cuentas nocionales. De ese total, el 4% se registraría en la cuenta nocional respecto al salario de cada persona, y el 2% respecto al salario promedio de todos los cotizantes.

En un informe, Ciedess explica que la cuenta nocional consiste en un registro contable individual, integrado por las cotizaciones realizadas durante la vida activa de la persona y los rendimientos teóricos de estos aportes. “Su estructura es similar a una cuenta de capitalización individual, solo que la rentabilidad obtenida es hipotética (denominada ‘tanto nocional’) y se vincula principalmente a la variación de los ingresos por cotizaciones o alguna variable económica, como los salarios o el PIB, que asegure también la sostenibilidad del sistema”, señala el documento.

Explica que “al tratarse de un seguro social, las cotizaciones realizadas son propiedad de la administradora, la cual las utiliza para pagar sus obligaciones respecto a los afiliados que se jubilan. Estos reciben una pensión que suele calcularse como una renta vitalicia en función del capital nocional acumulado, la esperanza de vida de la cohorte respectiva y una tasa de interés (también asociada a alguna variable económica)”.

Algunos países que tienen cuentas nocionales, han adoptado este modelo para poder salir de sistemas de reparto. Ese es el caso de Suecia, Italia, Polonia, Brasil, y Letonia, donde el informe de Ciedess detalla el funcionamiento de cada uno de estos sistemas, los cuales tienen tasas de cotización considerablemente más altas que la chilena.

“La experiencia muestra que las cuentas nocionales se basan en regímenes de contribución definida (...) No obstante, el financiamiento de las pensiones sigue un esquema de reparto, donde parte o el total de las aportaciones de los activos vigentes financian las pensiones de los pasivos vigentes”, detalla el documento. Eso sí, tiene más estabilidad financiera que un sistema de reparto.

¿En qué invierten estos sistemas? “Las cotizaciones son destinadas a los pagos corrientes de obligaciones generadas por los beneficios comprometidos, y en caso de existir holguras estas podrían ser invertidas. Sin embargo, la experiencia señala que esta situación no es frecuente, ya que muchas veces se debe ajustar a la baja la regla de cálculo de los beneficios debido a la insostenibilidad financiera del sistema”, advierte Ciedess.