Los neumáticos fueron los pioneros en echar a rodar la nueva la Ley de Responsabilidad Extendida al Productor y Fomento al Reciclaje (REP) el pasado 20 de enero, normativa que tiene como objetivo disminuir la generación de residuos, donde los fabricantes o importadores se hacen cargo de la recolección y valorización de los productos una vez utilizados. Los neumáticos fuera de uso (NFU) son uno de los seis “productos prioritarios” contemplados en la iniciativa. Los otros son: aceites lubricantes, pilas, artículos electrónicos, baterías, y envases y embalajes. Este último -al que se dará marcha en septiembre de 2023- es el más masivo, por lo que los NFU podrían ser una especie de piloto de lo que viene en el segundo semestre.
A dos semanas de la puesta en marcha, actores de la industria cuentan cómo van avanzando con el cumplimento y manifiestan su preocupación con los plazos, las capacidades de gestión, el poco mercado nacional y la falta de incentivos por parte de la autoridad. Para hacerse una idea, en Chile se venden alrededor de 6,6 millones de neumáticos anuales, que generan 140 mil toneladas de residuos y solo el 17% está identificado, almacenado o tratado. Es decir, que la gran mayoría se encuentra en vertederos clandestinos.
Según el texto de la REP, para la valorización se hacen cargo los sistemas de gestión (SDG), que pueden ser colectivos (varias empresas) o individuales. Según datos del Ministerio de Medio Ambiente (MMA), ya hay aprobados cuatro sistemas de gestión individual, uno para neumáticos de categoría A y tres para categoría B.
Las principales dificultades en estos 15 días han estado más relacionadas con la normativa que con el cumplimiento de las metas. Para el primer año, la ley exige a los importadores de neumáticos de categoría A (aro inferior a 57 pulgadas), un 50% de meta de recolección y un 25% de valorización, y para la categoría B, con aro superior a 57 pulgadas, la meta de valorización es de 25%, mientras la recolección se considera cumplida al momento de su valorización. Las metas irán incrementándose hasta llegar al 100% en ocho años.
El proceso para gran parte de los importadores partió “con el pie izquierdo”, porque hay sistemas de gestión que aún no pueden comenzar debido a la tramitación y ya tienen que declarar en el ingreso de mercancía al país si tienen sistema de gestión. Es el caso de Econeu, sistema de gestión colectivo que reúne a 26 empresas importadoras de vehículos, maquinarias y neumáticos de la categoría A. Iván Villar, gerente de innovación y desarrollo de Econeu señala que hay un gran desafío en empezar con las exigencias de la ley. Por una parte, está la espera en los trámites ante el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC), que demoró cerca de un año, y ahora, gestionar la aprobación del MMA para comenzar la recolección de NFU. “Con los plazos que tuvieron los sistemas individuales ante el MMA, no tenemos certeza de tener tiempo para cumplir las metas. Creemos que tendremos pocos meses para operar este año”.
Villar sostiene que la acumulación de NFU que generará la recolección también presiona en las capacidades de tratar los neumáticos. “Vamos a gestionar lo que recolectemos, aunque la meta exige solo el 25% de valorización. No es solución acopiar en galpones, debemos ser capaces de valorizar todo y crear una industria del reciclaje fuerte. Para esto debemos alinear los esfuerzos a largo plazo y preparar al país para la economía circular del neumático”, indica.
Este sistema de gestión colectivo para neumáticos de categoría A aún está en trámite y espera la aprobación del MMA para oficializar su funcionamiento. La categoría A abarca dos tercios de toda la generación del país. El otro tercio corresponde a los neumáticos mineros (B). Desde el MMA manifiestan que la empresa tiene creado su perfil para comenzar la tramitación de su plan de gestión, pero aún no lo ha ingresado al sistema. “El plazo de revisión empieza a contar desde que el plan se ingresa y eso no ha ocurrido”, aclaran. Dicen que el espíritu de la ley apunta a sumar voluntades y tienen en consideración los esfuerzos de las empresas por cumplir la normativa.
Rembre Tires es una planta valorizadora que procesa neumáticos de todo tipo (tritura), principalmente mineros. Produce caucho granulado que sirve para incorporar en la construcción de carreteras y plazas, y para la fabricación de productos de economía circular como palmeras, stopper, cuñas y barreras new jersey. Opera hace más de un año y exportan gran parte del material. Rodrigo Araya, socio y gerente comercial de la firma en Antofagasta, sostiene que los avances en la materia serán muy importantes para fomentar la economía circular. “Las empresas valorizadoras estamos abriendo un nuevo rubro. La idea es hacer una industria, aunque hoy en día la capacidad instalada en Chile para reciclar neumáticos es baja para la cantidad de material existente”, reconoce. Cuenta que ya se está haciendo una limpieza de neumáticos en vertederos clandestinos por parte de las compañías mineras y un trabajo de impacto con las comunidades, contratando personas de las localidades.
La granulación es una de las formas de valorizar, también está el proceso de pirólisis que, producto del calentamiento del material se descompone químicamente (gas, acero, carbón black y aceite), coprocesamiento (quema de material como combustible) y el recauchaje, donde el objetivo es recuperar el neumático, extendiendo su vida.
Eduardo Acosta, presidente de la Asociación de Recauchadores y Renovadores, considera que las metas son ambiciosas y van en la dirección correcta. “El desafío es que se desarrolle una industria con la capacidad para valorizar los NFU exigidos en el decreto que fija las metas progresivas. Para esto deben existir los incentivos necesarios por parte de los productores y el Estado, para que los recursos materiales y energéticos recuperados por la valorización tengan una demanda en el mercado interno o externo”, señala.
La Superintendencia de Medio Ambiente (SMA) es la encargada de fiscalizar el cumplimiento de la ley. “Tenemos que estar atentos a la constitución de los sistemas de gestión y revisión de informes de cumplimiento de las metas. El MMA y la SMA han trabajado en el desarrollo de una plataforma para que los SDG puedan reportar de manera expedita el cumplimiento de sus metas, junto a otra información de interés que exige la normativa vigente”, explica Marie Claude Plumer, superintendenta del Medio Ambiente.
Las multas serán de acuerdo al tipo de infracción. En el caso de no constituir un sistema de gestión, se trata de una infracción gravísima y la multa puede alcanzar hasta 10 mil unidades tributarias anuales (UTA). Para que puedan ingresar neumáticos al país, se debe presentar la declaración jurada ante el Servicio Nacional de Aduanas, documento que desde hace dos semanas ya incluye un apartado para indicar a qué sistema de gestión adscribe o si aún está en trámite.