El 18 de julio, Fitch Ratings mejoró la clasificación de Cencosud. Saltó de BBB- a BBB. La firma detalló múltiples aspectos para respaldar esa decisión. Uno de ellos: la mejora de 157 puntos base en los márgenes de su principal negocio, el rubro de supermercados. Y una de las tantas cosas que justificaron esa mejora fue -dijo Fitch- el traspaso de la inflación a los clientes, o más claro aún, el incremento de los precios de sus productos para compensar el alza que ha experimentado el IPC el último año.
Cencosud refrendaría eso en sus balances de junio. Reconocieron “el traspaso parcial del aumento en los precios importados”, aunque -a renglón seguido- dieron cuenta de la compresión de márgenes de algunos productos dada, justamente, la dificultad de traspaso de la inflación a precio final. Similar escenario fue el dibujado por Watt’s: el margen bruto de su segmento de alimentos cayó en 3,1 puntos porcentuales, explicado por alzas de costo relevantes en las principales materias primas, “las cuales no han sido traspasadas en su totalidad a los precios de los productos”, destacaron.
Durante los últimos doce meses, a agosto, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) ha subido 14,1%. En el año, el avance ha sido de 9,9%. Las presiones de costos que han dado a conocer las empresas han sido generalizadas, tanto por la importación de insumos de la mano de un dólar al alza como por los incrementos salariales, en medio de una cadena logística que sigue estresada. Prácticamente todo ha subido. Y ya hay marcas que han empezado a traspasar esos avances a precios finales de sus respectivos productos.
“El aumento de los ingresos de 30,2% del primer semestre de 2022 versus igual periodo de 2021 está explicado principalmente por el aumento en los precios de venta debido a los sucesivos incrementos en el valor de las materias primas”, reconoció Edelpa, la fabricante de envases, en sus estados financieros. Aunque no fue suficiente: “A pesar del aumento de 27,3% en los precios de venta, este no logra cubrir el aumento progresivo del costo de las materias primas que alcanzó un 47,8%, sumado a un aumento en el tipo de cambio de 14,6%”. Su ebitda semestral fue negativo.
Se ajustan los precios
Durante el segundo trimestre, CCU tomó tres decisiones para mantener la rentabilidad en un escenario de alta volatilidad. La primera, mantener la escala de negocios; segundo, eficientar los costos y, en tercer lugar, aumentar los precios en sus principales categorías y geografías. “No es la primera vez que enfrentamos un escenario tan desafiante, pero estamos seguros que con la estrategia mencionada podremos superarlo, como lo hemos hecho con éxito en el pasado”, dijeron en sus resultados al primer semestre.
Sus precios promedio se elevaron 22,4%, pero sus volúmenes bajaron 2,9%, generando un alza de 18,8% en sus ventas. Sólo en Chile, el avance en el valor promedio fue de 7,3%, mientras que en sus operaciones internacionales de Argentina, Colombia, Paraguay y Uruguay, el incremento alcanzó el 73,8%. “Los márgenes se vieron afectados negativamente por fuertes efectos externos, provenientes de mayores precios de los commodities, una fuerte depreciación de nuestras principales monedas locales frente al dólar y mayores niveles de inflación, afectando nuestros costos y gastos, parcialmente compensado por aumentos de precios en todas nuestras categorías y geografías”, subrayaron.
En agosto, el Banco Central dio cuenta de toda esta dinámica. En su Informe de Percepción de Negocios habló de la persistencia de las presiones derivadas del alza de costos tanto de insumos como salariales, en un escenario de menores ventas. “Ante costos que no ceden, algunos indican que están revisando sus precios con mayor regularidad”, subrayaron. Una parte ha optado por traspasar de manera parcial tales incrementos a los consumidores, dijeron. “Hemos traspasado parte de los mayores costos, pero debe haber cerca de un 10% del aumento que lo estamos absorbiendo nosotros. Subir los precios te hace menos competitivo y ahora la gente está muy sensible”, dijo un gerente de un retailer al Banco Central. “Las revisiones (de precios) se hacen semanalmente”, complementó el ejecutivo de un hotel.
Desde fines del año pasado, Embotelladora Andina comenzó con un estricto control de costos, el que se tradujo también en una serie de alzas de precio. Que continuaron. “Nuestra estrategia siempre ha sido tratar de mantener los márgenes, incrementando los precios, con los estudios de elasticidad de precio”, subrayó el vicepresidente ejecutivo de Embotelladora Andina, Miguel Ángel Peirano, a inversionistas. “En el mediano y largo plazo, la intención es que los precios sigan aumentando en línea con la inflación”, añadió. Sus costos de venta se elevaron un 27,3% en Chile durante el primer semestre, y aquellos que dicen relación con distribución, un 22,6%.
“Ante el escenario de fuertes presiones inflacionarias y su impacto en el costo de insumos secos, fletes y mano de obra, hemos llevado adelante tres acciones principales: alza de precios a lo largo del portfolio, con foco en nuestros objetivos de rentabilidad. Adicionalmente, pusimos foco en una efectiva gestión de costos, y en una estrategia tendiente a mantener la solidez financiera de la compañía”, señaló Concha y Toro en sus resultados a junio. En el segundo trimestre, las ventas de la compañía crecieron 5,6%, hasta los $ 222.180 millones, reflejando estos avances. De hecho, el volumen cayó 10,8% en parte por esta misma reacción ante un mayor precio de cara al cliente. En Chile, el precio promedio subió un 9,7%, y en EE.UU., el alza fue de 5,2%.
Soprole reportó también un alza importante en el indicador. Aunque sus volúmenes se mantuvieron constantes, sus ventas en valor subieron un 15% apuntaladas por un alza del precio promedio, explicado por un aumento en las ventas a consumidor y en exportaciones, mientras disminuyeron aquellas hacia el canal gubernamental.
Al cierre del primer semestre, los ingresos de Cementos Polpaico subieron 16,9%, y sumaron $ 178.053 millones; un panorama derivado también de los ajustes. “(Esto) se explica principalmente por la actualización del nivel de precios en todos los negocios a raíz del fuerte incremento en los costos de producción y distribución producto del alza en la inflación, alza del tipo de cambio, alza en el costo de los combustibles y aumento en costos de las principales materias primas durante los últimos meses”, subrayó la compañía. “La actualización de nuestros niveles de precio han compensado parcialmente el importante incremento en el nivel de costos y los menores volúmenes de venta, lo que ha implicado una reducción de los márgenes operacionales”, añadieron.
La realidad de traspaso del IPC a consumidor no ha sido solo local. El mayor franquiciador de McDonald’s, Arcos Dorados, reconoció en sus balances al segundo trimestre que sus precios han subido, pero menos que la inflación. Sus ingresos en los países donde operan -que incluyen más de 20 en la región, incluido Chile, con 92 locales- subieron 48%, por un mayor volumen de ventas y por “un agresivo aumento de precios”. Dijo la firma: “Hemos sido muy prudentes en cuanto a las subidas de precios. Intentamos estar en línea o ligeramente por debajo de la inflación general, a pesar de que nos enfrentamos a algunas presiones adicionales en términos de inflación de los alimentos”. La firma negocia con sus proveedores para contener las alzas de costos.
“El crecimiento subyacente de las ventas del 8,1% fue impulsado por un fortalecimiento de precios para mitigar la inflación de los costos de los insumos, que, como se esperaba, tuvo cierto impacto en el volumen”, complementó, de igual forma, Unilever en el análisis mundial de sus negocios. Ya a nivel local la compañía reconoció en enero haber aplicado un alza de 10% en los productos. “Excluyendo los efectos del tipo de cambio, las adquisiciones y las desinversiones, las ventas orgánicas aumentaron un 7%”, dijo P&G, matriz de marcas como Oral-B, Pampers y Gillette. Ese 7% respondió en un 4% a alzas de precio, subrayaron.
Más automática es el alza en otras industrias, como las concesiones. Costanera Norte, por ejemplo, explicó en sus balances que “los ingresos de la sociedad están denominados en pesos chilenos y se ajustan anualmente por inflación”. Sus ingresos subieron a junio en 45%, pero por un mayor tráfico derivado de los desconfinamientos.
Un traspaso complejo
Para todos no es tan simple. “Las alzas en el precio de algunos commodities, tales como, acero, gas, entre otros, impacta directamente el costo de los productos que la compañía fabrica y/o adquiere para su comercialización, afectando su rentabilidad, con muy escasa posibilidad de compensación mediante aumento de precios, atendidas las características del mercado”, dijo en sus balances Electrolux Chile. La matriz de Fensa, Mademsa, Somela y Electrolux es la principal compañía de artefactos de línea blanca del país, cuyos ingresos bajaron 17% en el primer semestre, y su utilidad descendió un 92,5%. Todo, en medio de un mercado altamente competitivo. “La sociedad forma parte de un importante grupo empresarial a nivel global, lo que permite a la compañía contar con una mejor posición para la negociación de precios”, subrayaron.
Los artículos tecnológicos y de línea blanca son los que más han visto una desaceleración en la demanda. Según Electrolux, el sector cayó 22,7% en volumen entre enero y junio. Datos de la Cámara Nacional de Comercio (CNC) dan cuenta de que a julio, las ventas de artefactos eléctricos han bajado más un 34%, donde línea blanca se ha contraído un 32%.
“Incrementos en el valor internacional de commodities, al menos en el corto plazo, no se logran traspasar en la misma magnitud y velocidad al precio final de nuestros productos”, señaló CEM, la matriz de los calefont Splendid, en sus resultados. Sus ingresos bajaron 3% y sus utilidades, 51%.
Según los ejecutivos encuestados por el Banco Central para su Informe de Percepción de Negocios de agosto, el aumento en sus costos debieran reducir su intensidad. Subirán, pero menos. Aspiran así a una estabilización de los precios finales de venta. “Los precios de venta seguirán aumentando, pero no en la magnitud del año pasado, dada la menor demanda que vemos este segundo semestre”, subrayó al instituto emisor un gerente del sector industrial. “La percepción es que todo está subiendo y el consumidor no tiene la capacidad de asumir toda esa alza. Seguramente las empresas deberán sacrificar cantidad y un poco de márgenes”, añadió un alto ejecutivo de un centro comercial.