El martes no hubo unanimidad entre las isapres para congelar por tres meses el alza de 4,5% promedio que anunciaron en los planes de salud para la próxima temporada julio 2020-junio 2021. Pero ayer hubo un vuelco en la industria. ¿Qué pasó entre un día y otro?
Lo que generó más molestia el martes entre distintos actores, fue el momento en que se informó el aumento, pues se hizo en medio de una pandemia por coronavirus, y justo cuando se espera que la cesantía aumente considerablemente. El mismo ministro del Interior, Gonzalo Blumel, dijo el martes que el alza era “inoportuna en un momento de mucha dificultad”.
Eso es algo que, tanto las isapres como la Superintendencia de Salud, tenían claro que iba a ocurrir, y por más que intentaron aplazar el anuncio, no lo lograron, porque el lunes vencía el plazo que establece la ley para que las aseguradoras informaran las alzas. Como no se podía aplazar, la semana pasada la Asociación de Isapres contactó a cada isapre por separado.
Por su parte, el superintendente sabía que varias isapres informarían incrementos, porque el año pasado fue de pérdidas para la mayoría de estas compañías, y muchas de ellas han salido a decir que el sistema no es sostenible si continúa sin cambios. Es por esto que el regulador contactó el lunes al gremio para ver distintas fórmulas. Ese mismo lunes la Asociación de Isapres se comunicó nuevamente con las empresas que la componen, para pedirles que busquen mecanismos. La primera en anunciar públicamente que congelaría el alza de planes por tres meses, fue Colmena, pues luego de varias reuniones del directorio y la administración, decidieron el lunes por la noche que ese sería el plan de acción, por lo que a la mañana siguiente le enviaron una carta al regulador y emitieron un comunicado. Todas las isapres de la Asociación enviaron cartas al superintendente esa mañana, contándole qué plan adoptaría cada una, donde anunciaban un congelamiento de los precios de entre dos y tres meses, aplicando distintos criterios cada una.
No se llegó a acuerdo entre todas, porque desde la industria confidencian que lo que se recaudará este año es bajo para poder enfrentar las pérdidas que ya arrastran desde 2019, además del efecto que generará el coronavirus en sus balances, donde la estimación está entre los $200 mil millones y $300 mil millones para la industria.
El gobierno tampoco podía exigir a las isapres que no rija el alza de 4,5%, según lo evaluaron con abogados, porque si bien el Presidente tiene la facultad de fijar precios durante la emergencia, en julio (cuando empieza a regir el aumento de planes) el país ya no estará en estado de catástrofe, por lo que sería cuestionable desde el punto de vista penal.
Es por esto que el gobierno entró a la acción: el Presidente Sebastián Piñera conversó con el ministro de Salud, Jaime Mañalich, para pedirle que haga las gestiones y propusiera a las isapres una postergación en tres meses del alza de los planes.
Mañalich contactó a la presidenta de la Asociación, Josefina Montenegro, a primera hora de este miércoles para buscar una solución al problema político que se había generado, pues tanto parlamentarios del oficialismo como de la oposición salieron a criticar lo ocurrido. A su vez, desde el gremio contactaron nuevamente a cada una de las isapres, y ahí ya parecía salir humo blanco. Luego, para dar por zanjado el tema, hicieron una videoconferencia los líderes de todas las isapres de la Asociación, y Nueva Masvida, junto al ministro de Salud, donde finalmente lo oficializaron internamente: se postergaría por tres meses el alza.
Y fue así como ayer, minutos después de las 14.00, el Presidente Piñera recibió en La Moneda a la presidenta y el gerente general del gremio de isapres. El encuentro duró poco más de 30 minutos y luego Piñera salió junto a Mañalich al patio de Los Naranjos a dar la declaración a la prensa.