Las compañías de cárceles privadas siguen ganando, y deben agradecérselo a los contribuyentes estadounidenses.

No sólo los estadounidenses pagan la cuenta de detener a miles de personas que quieren atravesar la frontera; el Servicio de Impuestos Internos (IRS por la sigla en inglés) permite que CoreCivic Inc. y GEO Group Inc. eviten legalmente pagar impuestos sobre sus ganancias.

Se trata de ganancias sustanciales. Un dólar colocado en CoreCivic el día anterior a la elección de 2016 del presidente Donald Trump, con reinversión de dividendos, tendría hoy un valor de US$2,02. En el caso de GEO, US$1,83.

Buena parte del éxito deriva del plan de Trump de gastar el año próximo casi US$2.800 millones en expandir la capacidad de detención de inmigrantes un 30 por ciento respecto de 2017. Los fondos serían suficientes para mantener una población diaria promedio de 52.000 personas, aproximadamente las dimensiones de Saginaw, Michigan. Más de un 70 por ciento de los inmigrantes indocumentados estuvo detenido en cárceles privadas el año pasado, según el grupo sin fines de lucro.

Interés público

El hábil uso del código tributario también desempeña un papel importante. CoreCivic y GEO, las compañías carcelarias más grandes de EE.UU., están catalogadas como fondos de inversión en bienes raíces (REIT por la sigla en inglés). Eso significa que casi todas sus ganancias producto de operaciones relacionadas con propiedades están exentas de impuestos si se las distribuye entre los accionistas por medio de dividendos.

"Estamos muy complacidos con nuestros resultados operativos del segundo trimestre y con nuestro pronóstico para el resto del año", dijo la semana pasada a analistas George Zoley, el máximo responsable de GEO. Las normas tributarias alientan a CoreCivic y a GEO a construir y alquilar centros de detención en lugar de limitarse a administrarlos. Y eso es lo que hacen.

Propiedad de cárceles

GEO, que tiene sede en Boca Raton, Florida, tenía o alquilaba 102 cárceles en EE.UU. el año pasado, más que las 65 de 2013, cuando se convirtió en un REIT.

CoreCivic, con sede en Nashville, Tennessee, redujo el año pasado a siete los contratos exclusivamente de administración, en comparación con 16 de 2013, cuando también pasó a ser un REIT. Los centros que posee y administra o alquila pasaron de 53 a 82.

Ambas compañías tienen también líneas de negocios cuyos ingresos son gravables.

"En los últimos cinco años hemos reflexionado mucho respecto de si renovar los contratos exclusivamente de administración de CoreCivic Safety cuando expiren", dijo en un correo electrónico Amanda Gilchrist, portavoz de CoreCivic. "Los márgenes del negocio que sólo comprende administración son muy bajos y dependemos de que el socio gubernamental mantenga el activo inmobiliario, lo que comprende mantener todos los sistemas de seguridad y protección de la vida".

Hay quienes cuestionan que las compañías de cárceles puedan catalogarse como REIT.

"Sugerir que ese tipo de operación, que tiene importantes aspectos de evasión de impuestos incorporados a la propuesta, sea un negocio inmobiliario es, en el mejor de los casos, una descripción caritativa de las cárceles privadas", señaló el abogado tributario Peter Boos en un análisis de 2014.

El representante demócrata Gregory Meeks, de Nueva York, dijo que ha presentado legislación destinada a eliminar la designación de las compañías de prisiones privadas como REIT. El demócrata de Oregón Ron Wyden presentó un proyecto similar en el Senado. Ninguno de los dos ha llegado a votarse.