El cerco del “club de Toby” de Wall Street está a punto de romperse. En febrero de 2021, Jane Fraser, de 53 años, asumirá como la presidenta ejecutiva de Citigroup, haciendo historia no solo en la entidad, donde las mujeres aún están subrepresentadas en las gerencias con el 29% del total, sino que también en la gran banca estadounidense, donde jamás habían alcanzado la primera línea del liderazgo.
La banquera es consciente de que su jefatura marca un hito dentro de Citi. “Es importante salir de los viejos hábitos”, dijo tras conocer el más reciente informe de diversidad de la compañía, agregando que como mujer “tienes que cambiar tu forma de pensar y hacer algo diferente, y con eso hacer la diferencia”.
Como escocesa también se convierte en la segunda extranjera que llega a una posición de esta naturaleza, la cual gana tras 16 años en la entidad. “Aporta al cargo experiencia que incluye roles de liderazgo en los negocios de banca comercial y de consumo, y banca privada de Citi en América Latina y en los Estados Unidos”, asegura Alison Williams, analista senior de banca en Bloomberg Intelligence, agregando que dadas sus credenciales el ascenso no sorprende, “aunque el momento es más rápido de lo previsto”.
Arrebatada a McKinsey en 2004, se ganó un lugar de más notoriedad dentro de Citi para la crisis financiera, cuando con éxito logró dirigir la división de estrategia, lo que incluyó la contracción del banco con la venta de unidades como la corredora Smith Barney. Desde ahí, tuvo una visión clara del rumbo que seguiría la entidad en adelante, lo cual hoy también le otorga herramientas para transitar por las aguas de la recuperación pospandémica.
En entrevista con Bloomberg TV, Fraser reconoció recientemente que “el Covid ha cambiado bastantes cosas. Sin duda, ha acelerado la digitalización. Ha cambiado las estructuras de las industrias de nuestros clientes. Está cambiando nuestra propia industria más rápido de lo que pensamos que sucedería”.
En ese marco, en su arribo a la presidencia ejecutiva ve más necesidad de trabajar en una adaptación del negocio, que de dar continuidad plena al legado de Michael Corbat, a quien sucederá tras su retiro. “Estoy tratando de aportar una nueva perspectiva a lo que la empresa se centrará en términos de estrategia, pero también pensando en nuestra gente, pensando en el entorno macro, esas otras dimensiones”, ha señalado.
En ese marco, Richard Bove, estratega financiero de Odeon Capital, asegura desde Nueva York que, “por lejos, el reto más importante al que se enfrenta Jane Fraser es crear un equipo cohesionado, centrado en un modelo empresarial convincente”.
Además de estos desafíos que definirán el futuro de su gestión, Williams ve que con su llegada pueden tener lugar “los próximos cambios necesarios relacionados con el riesgo”. De partida, plantea que Fraser tendrá que hacerse cargo de un cronograma prolongado ante “una variedad de posibles medidas regulatorias punitivas, relacionadas con problemas de control y administración de riesgos percibidos”.
Por otra parte, Bove también releva el nombre de Karen Peetz, directora administrativa de Citibank, consignando que junto a Fraser debieran estar al mando de un giro definitivo de la entidad, que a su juicio no ha quebrado, debido casi exclusivamente a que siempre será “demasiado grande para caer”. En ese marco, indica que a ambas profesionales “se les ha encomendado la tarea de cambiar este registro; de construir sobre la única franquicia increíblemente sólida de la empresa”.