Coca-Cola apuesta una vez más por el mercado local y apunta a ganar terreno en el rubro de las bebidas alcohólicas con un nuevo lanzamiento. Se trata de Topo Chico, una bebida de tipo Hard Seltzer que mezcla agua mineral con gas, sabores frutales y alcohol. Su graduación alcohólica es de 4,75%, no excede las 100 calorías y tampoco posee gluten.
Con esta apuesta, que desde la compañía califican como “ambiciosa” es que Coca-Cola, empresa líder de bebidas carbonatadas a nivel mundial piensa captar a los chilenos entre 25 a 35 años y asegurarse de que el mercado local figure entre los cinco más importantes de la región.
La estrategia para conquistar al chileno con este producto se inició la semana pasada por los canales digitales, y esta semana la bebida tomó espacio en los anaqueles de los supermercados del país. Desde la firma esperan que a fin de mes ya esté presente en las tiendas de conveniencias.
Aunque desde la compañía no se atreven a proyectar un número concreto, lo que sí esperan es que, considerando las características del mercado local, al cabo de un año los retornos por este concepto sean favorables.
Eso justamente es lo que detalla el director comercial de Coca-Cola Chile, Alfredo Mahana, quien a la par de mirar con optimismo el lanzamiento en simultáneo en Chile, Perú y Costa Rica, también asegura que esta innovación forma parte de la estrategia de reacomodo que a nivel mundial está llevando a cabo la firma.
“Este lanzamiento es un piloto de la nueva estructura, porque la pandemia revolucionó todo lo que es el consumo masivo y la compañía justo está buscando encajar ahí”, sostiene Mahana, quien precisa que el foco principal de esta estrategia global apunta a dejar en el mercado las marcas que son de rápido crecimiento.
Lo anterior se da en un contexto en el que a nivel mundial la compañía decidió reducir la cantidad de sus marcas para capear los estragos que dejó la crisis del Covid-19. No obstante eso, el ejecutivo sostiene que en el caso Chile se produce un escenario distinto al de otros países y, por tanto, “no va a haber grandes definiciones porque no tenemos este tipo de productos que otros mercados sí. Sin embargo, lo que sí va a cambiar es la forma de cómo trabajamos, porque lo haremos de manera más interrelacionada”, comentó.
Ejemplo claro de ello, insiste Mahana, es el proceso productivo de esta bebida. Al respecto sostiene que “fuimos muy eficiente con este producto”, dado que “estamos usando las sinergias del sistema Coca-Cola, por ejemplo, el producto se está haciendo en México con un solo embotellador que está produciendo para el resto de Latinoamérica y la comercialización también tiene estas eficiencias porque estamos haciendo el lanzamiento en simultáneo, lo que nos permite aprovechar los recursos de mejor manera”, relató.
En todo esto, la reciente alianza entre Coca-Cola e InBev funge un rol importante, “y resulta muy complementario del lanzamiento de Topo Chico, además nos pilla en un buen momento, porque ya tenemos el conocimiento y traíamos desde la comercialización, todos los capabilities para que saliera todo muy rápido”.