Junio es el mes contra el trabajo infantil alrededor del mundo y, en ese contexto, hoy el gobierno presenta con suma urgencia en la Cámara de Diputados el proyecto que actualiza las normativas en la materia. Se trata de una iniciativa que fue desarrollada en conjunto con la Organización Mundial de Trabajo (OIT), la cual, en el escenario ideal, según el subsecretario del trabajo Fernando Arab, estaría aprobada durante este mismo mes.
“Resulta imperativo que actualicemos nuestra legislación laboral para proteger a nuestros niños, niñas y adolescentes del trabajo infantil, más aún en los tiempos actuales donde dicho riesgo cobra una especial relevancia”, señala Arab en referencia a la crisis económica en curso por coronavirus.
El proyecto, en cuya elaboración también participó una mesa interdisciplinaria convocada por el gobierno, modifica puntualmente el artículo 13 del Código del Trabajo, sobre trabajo infantil y trabajo adolescente protegido. Se trata de una modernización qué alinea la normativa nacional con los estándares internacionales, por ejemplo, reemplazando el concepto de menores, por el de niños niñas y adolescentes.
Entre los cambios, sobre los cuales también se consultó a la Subsecretaria de la Niñez y la Defensoría de la Niñez, destaca el aumento de las multas para quienes incumplan las reglas, las que actualmente no son diferentes a las que se aplican a cualquier infracción al Código y van desde las 9 a la 60 UTM.
En el caso del trabajo infantil, el proyecto considera sanciones que van desde 10 a 50 UTM en el caso de las microempresas, hasta 100 y 300 UTM cuando se trata de corporaciones de gran tamaño. En tanto, los infractores a las normas relativas al trabajo adolescente protegido deberán pagar entre 2 a 5 UTM en microempresas y entre 80 y 60 UTM, si es una empresa grandes.
En ese último caso, las reglas se endurecen en materia de horarios. Si antes podían trabajar ocho horas diarias, ahora se limita a seis específicamente durante el año escolar. Cabe recordar, que los adolescentes pueden trabajar siempre y cuando continúen cursando sus estudios.
“No podemos tranzar la formación, desarrollo y salud física y mental de nuestros niños, niñas y adolescentes de cara al futuro”, subraya Arab, quien además detalló que el proyecto pone al día a Chile con sus compromisos internacionales, principalmente el que asumió cuando en 2018 fue nombrado por la OIT como país pionero en la lucha contra este flagelo.
Chile figura como el segundo país con menos trabajo infantil en la región. De acuerdo a la Encuesta Nacional sobre Actividades de Niños, Niñas y Adolescentes (EANNA) del año 2012, que no se pudo actualizar en 2019 debido al estallido social, de los 3.328.000 niños, niñas y adolescentes entre 5 y 17 años, 229.510 se encontraban ocupados y 219.624 estaban realizando actividades consideradas como trabajo infantil. En este último grupo, 94.025 eran menores de 15 años y 125.599, adolescentes entre 15 y 17 años que estaban realizando trabajo peligroso, es decir, ponen en riesgo su salud, seguridad o su desarrollo moral.
En tanto a nivel mundial se cuentan a 152 millones de niños y niñas en situación de trabajo infantil; es decir, casi 1 de cada 10 niños en todo el mundo, según los datos correspondientes a 2017 de la OIT. El organismo también detalla que 73 millones realizan trabajos peligrosos alrededor del mundo.P