Surgidas en Europa hace más de 20 años, las “concept stores” o tiendas conceptuales, consisten en un espacio donde se venden una serie de artículos exclusivos relacionados con arte, moda, diseño, vestimenta e incluso, piezas restauradas, bajo un estilo en común. Son una especie de alternativa a los grandes retails, con marcas y productos que muchas veces fabricados a mano o traídos directamente del extranjero, por personas que comparten un mismo espacio. Es una “experiencia de compra” -como suelen referirse quienes participan en este tipo de negocio-, cuyo formato a veces es definido por su dueño o por una “temática” en particular. Incluso, en ocasiones incluyen cafeterías y lugares para comer.
A nivel mundial, los más conocidos son “Colette”, en Paris; “10 corso como Milano”, en Italia; y “Dover Street Market” (Londres y New York), los que ha expandido sus fronteras a otras ciudades del mundo. En Chile las “tiendas de concepto” siguen esta línea. No obstante, funciona más como espacio colaborativo, que tiene como valor la exclusividad y complementariedad de los productos.
En Chile, han proliferado mayoritariamente en el sector oriente de Santiago. Hace alrededor de siete años se los ve por los barrios, centros comerciales o strip center, donde distintas marcas, se reúnen en torno a un nombre. Si bien no hay un gremio que las agrupe o un estándar exacto que las defina, se estima que existen cerca de 50, donde unas 15 son las más conocidas.
Alexandra Abovich, una de las dueñas del concept store BAZKA, (moda, decoración y accesorios), ubicado en la comuna de Lo Barnechea, cuenta que “la idea es reunir marcas en un solo lugar y cosas exclusivas, donde puedes encontrar regalos para todos sin meterte en un mall. Es una solución cómoda, una experiencia donde el cliente, puede tocar y probarse, muy distinto a las compras por internet”
Una de las marcas de BAZKA es ST Even Chile (@stevenbeachwear), trajes de baños exclusivos traídos de Colombia. Su dueña, María Eugenia Romagnoli, señala que la experiencia de participar en un trabajo colaborativo “permite la exposición de tus productos sin tener una tienda física propia y, además, el hecho de compartir público apunta al trabajo entre emprendedores. Es una excelente oportunidad, porque alguien que va por una marca, también puede llegar a la tuya. Así puedes ser parte de varios concept, lo que te permite aumentar cobertura.”
Daniela Monterrosa, propietaria de Estilo Colector, en la comuna de Vitacura, (venta de decoración, productos de belleza, gourmet, ropa y accesorios), agrega que “las tiendas colaborativas existe hace muchos años, como en Valparaíso y barrio Italia, y vendían todo en un lugar y eso fue evolucionando y anidándose en la concept store, que tiene más que ver con un consumidor que cambió, que empezó a buscar al emprendedor, un consumo consiente, no de retail, acuñando conceptos como quién hizo tus zapatos, quién hizo tu ropa” afirma.
En el corazón de Providencia se encuentra Espacio Guerrero, tienda que aglutina emprendedores bajo el concepto de diseño nacional. Sus dueños, Roberto Marras y Juan Carlos Chómali, cuentan sobre lo que quisieron lograr desde su comienzo en el histórico Drugstore de esta comuna. “Nuestro concepto ha sido privilegiar el producto nacional, productos de alta calidad, hechos particularmente por emprendedores chilenos. No somos parte de su cadena de producción, pero sí de la misma promesa, que entrega el producto y en ese sentido, sí nos hacemos parte, brindando un espacio que esté a la altura de estos productos”, enfatiza Chómali.
En este lugar se encuentran los zapatos Cuarentatacos (@cuarentatacos_zapatos), su dueña y diseñadora Loreto González, afirma que “estar en un lugar con un concepto es un plus, donde hacemos redes con las otras marcas del rubro, haciendo una apuesta de compartir espacios, y por otra parte, estar de manera física ayuda a que los clientes puedan ver la calidad de los productos, que muchas veces están disponibles de manera online”.
Modelo de negocio
Los emprendedores buscan un lugar acorde al concepto de su marca y de fácil acceso, entre otras cualidades que, en definitiva, potencien lo que se quiere vender. Los precios de los arriendos; o bien, un costo fijo, más un porcentaje de venta. “En Espacio Guerrero, tenemos un precio variable dependiendo del producto que va desde $50 mil a $200 mil. Se le cobra diferenciado de acuerdo al tipo de espacio, (perchero, góndola, vitrina), dimensión y la ubicación, que tiene dentro de la tienda. Además, das un servicio administrativo, flexible con un porcentaje de las ventas. Y en ese sentido, nosotros no lo tenemos estandarizado ahora, porque entendemos que el panorama económico está complejo, los insumos o materia primas han subido”, cuenta Chómali.
En el caso del concept de Monterrosa, tienen una política de transparentar los costos para participar de Estilo Colector, “de esta manera, todos los emprendedores saben cuánto cuesta el espacio, tenemos un plano de la tienda, con los tamaños de las vitrinas, este arriendo incluye vendedor, gestión de despachos, bolsas de la tienda, gastos comunes, publicidad en redes sociales y la posibilidad de entrar a Cornershop. También se cobra un porcentaje de las ventas, 10%.” En el caso de BAZKA, también cobran un arriendo diferenciado, dependiendo de las marcas y los productos, que oscila entre dos y diez UF más un porcentaje de venta.
Las ventas de las concept stores han aumentado significativamente debido al auge de las compras online, ya que la gran mayoría cuenta con un marketplace y presencia en las redes sociales, donde se pueden ver los productos y utilizar medios de pago seguros, además de los despachos. “Durante la pandemia crecimos el doble porque ya teníamos casi listo la página web, entonces si bien teníamos cerrada la tienda física, seguimos vendiendo”, señala Monterrosa.
Además, para algunos de los emprendedores que participan de las tiendas multimarca, significa una nueva posibilidad de venta, física y digitalmente participando del concept, que es independiente de que cada una de las marcas realice ventas desde su propio sitio web.
La experiencia de compra de estos lugares apunta al valor de la mezcla de productos y la exclusividad “Es distinto que te llegue algo de retail o algo de una tienda donde los productos tienen un cuento, un valor agregado, que no necesariamente tienen un costo mayor. Eso es un mito. Mucha gente cree que es más caro por su ubicación o por su originalidad”, afirma Monterrosa.
Por su parte, Abovich sostiene que estas tiendas existen desde hace mucho tiempo, “hoy son el nuevo concepto de lo que antes era un bazar o una boutique “con muchos más recursos, digitales incluso, con renovación permanente y productos estacionales que van itinerando, es una apuesta que tiene que ver con la selección que se haga”.