La sobre expectativa en materia económica que se generó con la llegada del actual gobierno es lo que ha generado que el Índice de Percepción del Consumidor (Ipeco) marcara 93,6 puntos, es decir, en niveles pesimistas, por primera vez desde febrero de 2017. Además, el indicador se ubica en su menor nivel desde septiembre de 2016.
De acuerdo al académico de la Universidad del Desarrollo (UDD), Cristián Echeverría, una de las razones de esta disminución responde a que "había una expectativa alta de que la recuperación económica se iba a reflejar más rápidamente en el empleo y en las remuneraciones, pero eso no ha sido así".
En ese sentido, el economista subrayó que la gente no siente que el crecimiento económico este reflejándose en su realidad diaria. No obstante, precisó que "es normal que la recuperación de la economía se comience a sentir en la ciudadanía de manera más lenta".
En esta misma línea, el ex subsecretario de Economía y académico de la Universidad Mayor, Tomás Flores, sostuvo que "la principal razón se debe a que el mercado laboral no se ha recuperado de la manera que se esperaba ni tampoco a la velocidad que se hizo en el primer gobierno de Sebastián Piñera".
Flores acotó que "si bien el mercado laboral se ha recuperado, no ha sido a la velocidad que se esperaba y eso está afectando las expectativas".
Pese a este resultado, Echeverría añadió que es probable que en los próximos meses la mejora en el mercado laboral se comience a sentir con mayor fuerza en las personas y eso hará cambiar su expectativa sobre la visión actual y futura del país.
El escenario de la encuesta
De acuerdo al reporte, las noticias económicas vigentes durante el mes que tomó la encuesta fueron mixtas para la confianza de los consumidores. El crecimiento del Imacec de julio fue de 3,3% en doce meses, mientras que el IPC aumentó 0,2% en agosto, acumulando una variación de 2,6% en doce meses.
Por otro lado, el Índice de Actividad del Comercio (IAC) aumentó en 5,6% en agosto, con lo que acumula un crecimiento de 6,0% en doce meses.
Entre los factores que determinan los ingresos de los hogares, la tasa de desempleo no varió, manteniéndose en 7,3% en el trimestre terminado en agosto, mientras que el índice real de remuneraciones de agosto disminuyó en -0,1%, acumulando un crecimiento negativo de -0,2% en doce meses.
El consumo privado ha crecido un 3,9% entre el primer trimestre de 2017 y 2018 (mientras que las colocaciones de consumo aumentaron en 1,0% en agosto, acumulando un crecimiento de 7,4% en 12 meses.
Variables cuantitativas
Entre las determinantes que llevaron a caída en las expectativas, el reporte indicó que la confianza en el futuro (índice de expectativas) de los consumidores disminuyó marcadamente, pasando del nivel levemente optimista al pesimista. Esto se debió a retrocesos en las tres percepciones que componen el subíndice.
La percepción de la situación económica futura disminuyó de forma aguda, mientras que la percepción del desempleo futuro retrocedió marcadamente. Por su parte, la percepción de los ingresos futuros disminuyó gradualmente.
La confianza en la actualidad (índice coyuntural), en tanto, disminuyó marginalmente, pasando del nivel moderadamente pesimista al pesimista, mientras que la confianza en el futuro (índice de expectativas) retrocedió de forma marcada, pasando del nivel levemente optimista al pesimista.
Dentro del reporte también se mencionaron que las visiones de estabilidad de la confianza retrocedieron de forma aguda, debido a una caída similar en las visiones neutrales de la actualidad, a lo que se sumó una marcada disminución en las visiones neutrales del futuro.
En cuanto a los estratos socioeconómicos se observaron resultados mixtos. En el estrato ABC1 la confianza disminuyó de levemente optimista a muy pesimista. En el C2 retrocedió de neutral a extraordinariamente pesimista.
En el C3 aumentó de pesimista a moderadamente pesimista. En el D aumentó de moderadamente pesimista a neutral. No se registraron mediciones para el estrato E.