La confianza de los consumidores en Estados Unidos cayó a un mínimo de 21 meses en junio, ya que los hogares se mostraron más pesimistas sobre las condiciones del mercado laboral y empresarial, debido a la preocupación por una reciente escalada de las tensión con China.

Las perspectivas de la economía se vieron aún más ensombrecidas por otros datos que muestran que las ventas de nuevas viviendas unifamiliares cayeron inesperadamente por segundo mes consecutivo en mayo, lo que sugiere que las tasas hipotecarias más bajas todavía no han ofrecido el impulso necesario al mercado de bienes raíces.

Los crecientes riesgos para la economía, especialmente relacionados con la guerra comercial entre Washington y Pekín, y la baja inflación llevaron a la Reserva Federal a señalar la semana pasada recortes en las tasas de interés que podrían ocurrir a partir de julio.

El grupo de la industria Conference Board dijo que su índice de confianza del consumidor cayó 9,8 puntos a una lectura de 121,5, el punto más bajo desde septiembre de 2017, desde una medición de 131,3 revisado a la baja en mayo. 

Después de tres meses consecutivos de crecimiento, los analistas esperaban una nueva alza que lo situara en 133,5 puntos.

"La escalada de la tensión comercial y arancelaria a principios de este mes parece haber sacudido la confianza de los consumidores", dijo Lynn Franco, directora de indicadores económicos de Conference Board. "Aunque el índice se mantiene en un nivel alto, la incertidumbre continua podría resultar en una mayor volatilidad en el índice y, en algún momento, incluso podría comenzar a disminuir la confianza de los consumidores en la expansión", añadió.

El mes pasado, el presidente Donald Trump impuso aranceles adicionales de hasta el 25% a importaciones de productos chinos por un valor de US$200.000 millones, lo que provocó represalias por parte de Pekín. Trump ha amenazado con seguir elevando los aranceles a China si no llega a un acuerdo en una cumbre prevista con su homólogo Xi Jinping esta semana en el encuentro del G-20 en Japón.

Después de tres meses consecutivos de crecimiento, los analistas esperaban una nueva alza que lo situara en 133,5 puntos.