Aunque todavía se ubica en terreno “extraordinariamente pesimista”, la confianza de los consumidores mostró en mayo leves signos de recuperación respecto a las estrepitosas caídas que sufrió el indicador anterior por causa del coronavirus, en los dos meses previos.
De eso al menos da cuenta el último Índice de Percepción al Consumidor (Ipeco), elaborado por el Centro de Estudios de la Universidad del Desarrollo (UDD), el cual señala que, en mayo, si bien la confianza de los consumidores experimentó un pequeño salto de 1,7 puntos respecto al mes anterior, en 12 meses, en tanto, lo hizo a la inversa y retrocedió 47,0 puntos.
En todo caso, los 51,3 puntos de mayo se inscriben como el tercer peor registro del indicador, desde los 49,6 puntos que registró el mes pasado y los 48 puntos que anotó en diciembre del 2019, cuando todavía el país sorteaba los vestigios de la crisis del 18 de octubre.
Lo ocurrido en mayo se vio influido por una mirada incierta entre los consumidores tanto para su situación actual como para la futura. Así, el Índice de coyuntura-que marca la situación actual- avanzó 4,4 puntos respecto al mes anterior, pero retrocedió 112,5 puntos en comparación con el mismo mes del año anterior.
El Índice de expectativas, que marca la percepción de los consumidores respecto a su situación futura, varió marginalmente entre un mes y otro, pero al igual que la variable anterior, también retrocedió 23,3 puntos.
Otro indicador importante dentro de la medición, es aquel que guarda relación con la percepción económica presente y futura de los consumidores. Aunque la primera avanzó marginalmente 0,6 puntos y la segunda echó pie atrás y retrocedió 0,9 puntos, ninguna de las dos variables logró salir del territorio extremadamente pesimista.
Esto, muy probablemente incidido por los indicadores macroeconómicos exhibidos en abril y las malas proyecciones que, a partir de eso, se hicieron para los meses siguientes y el cierre del año, por lo que todo pareciese indicar que el Ipeco se mantendrá en este terreno, al menos durante el segundo trimestre que, según han dicho las mismas autoridades, será el peor del año.
En cuanto al mercado laboral, uno de los más golpeados por la crisis, el índice arroja que, aunque la percepción actual (12,3 puntos) y futura (4,5 puntos) lograron avanzar durante mayo, los consumidores se encuentran menos positivos respecto a cuál será su situación futura dentro de este ítem.
Esto, posiblemente se explica por la gran interrogante que en ciernes sobre cuán profundo habrá sido el daño en la actividad y el cómo se comportará el mercado del trabajo con la adopción de nuevas tecnologías, que durante la crisis empezaron a ponerse en marcha.
En los estratos socioeconómicos se observaron resultados mixtos. La confianza aumentó en los estratos ABC1, C2 y C3, aunque se mantuvo extraordinariamente pesimista. En el D disminuyó, tras lo cual también se mantuvo extraordinariamente pesimista. En el estrato E bajó de moderadamente pesimista a pesimista.